A riesgo de ser considerado arcaico, les digo que el agro tiene muchas alternativas ancestrales para afrontar casos como el coronavirus. El modernismo nos da muchas facilidades pero nos hace olvidar las buenas prácticas de salud. Muchos de ustedes están por la producción orgánica pero tan pronto sienten un dolor de cabeza lo primero que hacen es correr a la farmacia. Hacen mantenimiento a sus vehículos para que funcionen bien y duren años, pero no hacen mantenimiento de sus cuerpos.
No es la primera vez que se desata un virus epidémico mortal. Los médicos solo tratan con remedios químicos en forma de comprimidos e inyecciones. Sin embargo, la memoria ancestral nos dice que en estos casos ayuda mucho la medicina natural andina, tal como se hizo con los virus de la viruela, varicela, tifus, sarampión y otras enfermedades que trajeron los conquistadores europeos.
Una práctica efectiva es la purga, como también el enema o lavativa. No bien aparecían los síntomas, se aplicaba el enema y la fiebre desaparecía sin que el ciclo hiciera mayor daño. Al tercer día empezaba la recuperación. La limpieza del sistema digestivo evitaba que la mucosa de las vías respiratoria se contamine, siendo más tolerables los dolores de garganta y ahogos. Nada se pierde haciendo esta limpieza ahora, pero sí, se gana mucho en evitar padecimientos o, la muerte.
Si no te atreves a limpiar tu organismo con purgantes y enemas, nada pierdes tampoco untando el pecho, la planta de pies y manos, con una simple masa de ajos molidos con al que le puedes agregar mentolatun para evitar lo pegajoso. Claro está que si eres alérgico al ajo o tienes otros problemas de salud hay que tener cuidado con estas recomendaciones, que las hago de buena fe. He comprobado por años, que, aunque mi esposa tenga severo virus gripal, no me contagia, porque por otros motivos tengo un tratamiento con ajo macerado. La flor de retama en infusión desinflama las vías respiratorias.
Los enemas se preparan con sábila, achicoria o cualquier otra planta que los abuelos y hierberos saben. O simplemente con agua jabonada (un litro). Las farmacias también venden enemas para agregar agua solamente. Claro, es necesario contar con la irrigadora que también la venden las farmacias.
1. Armar la irrigadora del enema conectando el tubo al depósito de agua y a la punta de plástico;
2. Llenar el depósito de la irrigadora con 1 litro de agua hervida o, filtrada a 37ºC;
3. Abrir la llave de la irrigadora y dejar que salga un poco de agua hasta que todo el tubo esté lleno de agua;
4. Colgar el depósito del agua, por lo menos a un metro del piso;
5. Lubricar la punta de plástico con vaselina o algún lubricante para la región íntima;
6. Colocarse en posición apropiada: acostado de lado con las rodillas dobladas o acostado boca arriba con las rodillas dobladas en dirección al pecho;
7. Introducir suavemente la punta de plástico en el ano en dirección al ombligo, sin forzar la inserción para no causar alguna herida;
8. Abrir la llave de la irrigadora para permitir la entrada de agua en el intestino;
9. Mantener la posición y esperar hasta sentir muchas ganas de evacuar, generalmente entre 2 a 5 minutos;
10. Repetir el enema de 3 a 4 veces para limpiar completamente el intestino.
Atte.
Milcíades Ruiz
NO HAY DE QUE
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