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Para salir de la crisis necesitamos cambiar nuestros valores
Solo saldremos adelante si apelamos a la solidaridad, a la empatía, a la bondad, a la compasión, al bien común y a la cooperación comunitaria.
18 de marzo del 2020 - 9:12 AM
Fernando Villarán
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Caso 1: El presidente de un gremio empresarial declaró a la prensa que estaba en desacuerdo con las medidas del gobierno para prevenir la pandemia del coronavirus porque iba a afectar a las empresas turísticas al venir menos viajeros al Perú. Es una total falta de empatía con la población peruana que podría ser contagiada por los turistas que vienen del exterior, con los empleados del sector, e incluso atenta contra sus propios intereses. Las medidas preventivas, que seguramente van a durar algunas semanas, permitirán que vuelva a la normalidad pronto, pero si los turistas llegan sin control y los enfermos se multiplican los efectos sobre la economía podrían durar años. Los hombres de negocio deben pensar en los otros, y no solo en sus bolsillos; en sus ganancias de largo plazo, y no solo en las de corto plazo.
Caso 2: Un hombre de negocios del sector turismo, al ver que no van a venir turistas despidió al 50 % de sus trabajadores. La empresa Mercedes Benz, cuando vino la crisis financiera mundial del 2008-2009 y sus ventas se vinieron abajo, hizo un convenio con su sindicato, redujo los salarios a la mitad, se dedicaron a mantener y mejorar sus equipos, entrenar al personal, estudiar los posibles nuevos mercados; no despidió a nadie. Hoy día Mercedes es la empresa automotriz más prestigiosa, más eficiente y más innovadora. Ahora, frente al coronavirus, la empresa australiana Atlassian, un gigante del software, ha decidido cerrar todas sus oficinas en el mundo, pero el personal seguirá recibiendo sus remuneraciones. Los empresarios deben pensar que sus trabajadores son su recurso más valioso, deben encarar esta crisis juntos, ayudarlos a superarla, y tendrán una fidelidad a prueba de balas, más clientes, mejor atendidos, muchas ideas para innovar y ser más eficientes.
Caso 3: Una señora va al supermercado más cercano y llena seis carretillas de productos de primera necesidad, principalmente alimentos no perecibles y papel higiénico. Tiene el dinero, puede comprar los productos que le da la gana, es un mercado libre y ella ejerce su libertad de elegir. Varias de estas señoras con el mismo comportamiento dejan al supermercado vacío; otros ya no pueden conseguir esos productos. No piensan en los demás, en las necesidades de los otros, de los vecinos y no tan vecinos. Su seguridad y su bienestar los logran al costo de las carencias y el sufrimiento de los otros. Después esas mismas señoras se quejan de que no hay seguridad ciudadana, que hay muchos robos, que necesitan alarmas y guardaespaldas. Piden pena de muerte para los delincuentes, como si su decisión de acaparar hoy día no tiene nada que ver con las reacciones y decisiones de los demás.
Los valores que están detrás de estos comportamientos están flotando en la sociedad peruana desde hace mucho tiempo, pero se han acentuado en los últimos 30 años: egoísmo, individualismo, consumismo, codicia y cortoplacismo. Con ellos en acción, multiplicados por el miedo y pánico, expandidos al extremo por las redes sociales, no vamos a resolver esta crisis que tenemos al frente, sino que vamos incluso a agravar la crisis estructural que arrastramos desde hace años.
Solo saldremos adelante si apelamos a la solidaridad, a la empatía, a la bondad, a la compasión, al bien común y a la cooperación comunitaria. No se trata de contraponer estos valores con los otros, proteger su vida, buscar el bienestar de la familia, querer mejorar económica y socialmente, invertir en el futuro, poseer bienes, no es incompatible con los valores mencionados. Pueden convivir, pero los primeros tienen que prevalecer si es que queremos superar esta crisis, y mejorar todos como país.
Fuente: https://rpp.pe/columnistas/fernandogonzalovillarandelapuente/para-salir-de-la-crisis-necesitamos-cambiar-nuestros-valores-noticia-1252225?fbclid=IwAR0JZurf-iEy5ua84keDpb5SCnq52Za6QRtgUvo21X-p4PeQt29Z1MmA7N8
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En tiempos de coronavirus emerge una nueva agenda humana
19.03.2020 - Lima, Perú - Redacción Perú
Por Doris Balvín 1
Hoy en medio de la crisis del coronavirus que toca a la humanidad entera, es "normal" levantarse temprano cuando asalta la vigilia, preguntarse por los seres queridos de las distintas latitudes tomar contacto con ellos para saber cómo están, enterarse que muchos de ellos están bien pero que otros están con síntomas del coronavirus, prender la tv y estar a la espera de noticias para saber el número de infectados y luego estar atentos al anuncio de las nuevas medidas que se darán a conocer en el nuevo mensaje presidencial.
Para sorpresa por primera vez se siente que se ha invertido la atención del gobierno no se habla de las implicancias económicas de este problema, cada uno de estos mensajes tiene en su centro el valor de la vida humana. Me pregunto si realmente ya desperté, y claro luego me doy cuenta de que esta es la realidad y que no es solo en el Perú. Los otros países en distintas latitudes ya tomaron las mismas medidas u otras más severas y nuevamente, escucho que en el centro de las decisiones que se están tomando está el cuidado del otro ser humano, claro salvo algunas excepciones. En suma, y sin darnos cuenta toda la especie humana, en los distintos lugares del mundo, se encuentra amenazada por un virus que como dicen ya está en el ambiente. La sensación de que todos somos uno me sobrecoge y me siento parte de la misma e imperiosa necesidad que nos convoca ¿qué nos corresponde hacer a cada uno de nosotros para detener esta pandemia?
Después de días de seguimiento a los informativos, unos más alarmistas que otros, hoy es más claro que no importa el número de infectados actual. El tema es como contener el avance del virus; y entonces la palabra "ralentizar" la expansión del virus, surge como evidente, porque claro, nuestros sistemas de salud no están preparados para atender en caso de que el pico de contagiados crezca y colapce la capacidad instalada para pacientes con necesidad de hospitalización y de cuidados intensivos con respiración mecánica.
Y no estamos preparados porque quienes diseñaron los hospitales nunca imaginaron que cientos de pacientes podrían requerir de oxígeno o de ventilación mecánica en cuidados intensivos, pero sobre todo porque el sistema actual está montado en base al lucro y los sistemas de salud pública con famélicos al lado de servicios de salud privados al que acceden solo quienes pueden pagar por ellos y que tampoco están preparados para atender situaciones de emergencia como los que enfrentamos porque esto no es rentable.
Me alegra ver al gobierno tomar medidas para atender la emergencia colocando como el principal valor la vida humana, a la Ministra de economía asignar presupuesto no solo para mejorar la infraestructura sanitaria y equipamiento para operar un hospital especializado en cuidados intensivos, de hablar de apoyo económico a la población más vulnerable como a la micro, pequeña y mediana empresa que sufrirá los embates de la paralización económica que la "distancia social", es decir quedarse en casa, conlleva. Todo esto parece ser lo más sensato y lo mejor es ver que las políticas anunciadas se aplican, pero a su vez me pregunto ¿qué ocurrirá cuando la pandemia mengue y los voraces mercados intenten recuperar lo perdido? ¿a quién se cargará los costos de la crisis económica? ¿cómo se podrá revertir los efectos del cambio climático si después de esta crisis sanitaria se pretende seguir con las mismas premisas de crecimiento económico sin límites, y cuando por otro lado vemos que las medidas para atender la emergencia sanitaria han tenido como efecto no esperado un leve respiro para el planeta?
De pronto me asalta la esperanza de que un nuevo horizonte humano se abrirá y que nosotros no permitiremos que todo vuelva a ser como antes después de que por primera vez hemos enfrentado juntos cara a cara una pandemia de estas dimensiones en esta "aldea global". Siento que luego de esto estamos llamados a asumir todos y todas la tarea de reinventar una nueva organización social que nos lleve a otro nivel civilizatorio. Comprendo que lo único posible es dar paso a una agenda que responda a las mismas prioridades: el bienestar común de la especie humana en armonía con la casa que lo acoge; y me concentro en imaginar como serían las pinceladas que tendría esta nueva sociedad:
Las fronteras se han abierto la gente circula libremente.
Las armas no sirven más como medio de defensa y los presupuestos se han destinado a lo realmente importante.
Tenemos una red de salud pública fuerte, operativa y de calidad a la cual todas y todos tenemos acceso, como alguien decía, el servicio de salud privado limitado a la estética.
Contamos con una educación pública universal y de calidad donde cada niño y niña descubre y desarrolla la misión para la cual vino al mundo.
No solo se ha declarado la emergencia climática, sino que a su vez se han tomado todas las medidas al alcance para proteger la amazonia en estrecha coordinación con las poblaciones nativas, ancestrales guardianas del bosque; para proteger las cabeceras de cuencas altoandinas y garantizar el agua.
La alimentación es agroecológica de base local y está en manos de la pequeña agricultura familiar es decir se garantiza la seguridad y la soberanía alimentaria.
En el país la dependencia de los combustibles fósiles es ya historia. La energía renovable no convencional llega al 100% se ha dejado el petróleo bajo tierra y bajo el mar.
Todas y todos los peruanos tenemos derecho a una renta básica universal, el trabajo ha dejado de estar relacionado a un salario. Tu y yo trabajamos en lo que más nos gusta y el despliegue de la creatividad humana se ha disparado al infinito.
Aún esta agenda está pendiente pero lo más interesante es que la vi clara y nítida hoy antes de que mi conciencia entrara en vigilia plena. Si esto es así, esto es posible porque la realidad que queremos construir la imaginamos primero y si ese imaginario es colectivo es de una potencia singular. Te invito entonces a poner estos temas en tu agenda, en la agenda social, y evitar que lo que hoy, en medio de esta crisis sanitaria, es un avance se convierta en retroceso. El sentido de la vida es el bienestar tuyo y del otro, de cada uno de nosotros en tanto somos herederos de lo construido por la especie humana. Toca ahora llevar a nuestra especie al siguiente nivel civilizatorio de ti, de mí y de todos nosotros depende.
1 Abogada, Mg. en gestión Ambiental Urbana, es parte del Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización, y Coordinadora de la Red de actividades más allá del Cambio Climático.
Fuente: https://www.pressenza.com/es/2020/03/en-tiempos-de-coronavirus-emerge-una-nueva-agenda-humana/?fbclid=IwAR0Lig82RZVuuwBujfokNciIt3plDqO2-fz3Ucc_B0SSngm-lCBSlSK_SkI
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Si quedarse en casa es incondicional, la renta básica también
19.03.2020 - Madrid, España - Redacción Madrid
Por Nuria Alabao/Ctxt
Quizás estemos a tiempo para dar un paso más hacia un nuevo mundo donde todos tengamos garantizado un mínimo para vivir en condiciones. Queremos seguir vivas, pero no de cualquier manera.
No llevamos ni una semana encerrados en casa y el mundo parece ser otro. El orden se ha trastocado. Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: neoliberales pidiendo que el Estado gaste, Vox aplaudiendo al Gobierno por la cuarentena y hasta rentistas ávidos de una moratoria de alquileres cerca de la puerta de Tannhäuser. Quizás porque esta vez no nos pueden culpar por hipotecarnos y lo único que intentamos es no morir o que no mueran los nuestros. No, no es culpa de nadie, pero como no lo es ¿por qué tendrían que pagar los de siempre? Hoy parece más transparente que nunca: no solo queremos vivir, queremos vivir bien. La Renta Básica parece incluso posible, parece casi la única posibilidad.
Me dice una amiga de la PAHC del Bages que se les ha muerto una compañera y que no han podido ir al entierro. También me dice que no saben qué van a hacer con la crisis que viene, que la gente que les llega no tiene ya que ver con las hipotecas, que les desahucian por impago de alquileres o directamente porque están ya en la "puta calle". Así lo dice: "En la puta calle". ¿A dónde va la gente que desahucian en una cuarentena? ¿A dónde va un día normal?
Las medidas de emergencia que ha presentado el Gobierno son importantes, pero están pensadas fundamentalmente para preservar un mundo de empleo estable e hipotecas. Un mundo que hace años que se está diluyendo. Las dos reformas laborales impuestas en la crisis precarizaron el empleo, de manera que muchos de los que hoy tienen uno de esos contratos temporales sin derechos –uno de cada cuatro– en este contexto de parón económico simplemente no van a ser renovados. Y a la calle –a la cuarentena–. Todo el empleo del sector turístico al que la pandemia ha hundido está pavimentado con estos contratos, que pueden llegar a ser el 40% de las contrataciones. Para ellos y para ellas –es un sector muy feminizado– no hay ayudas especiales si no tenían ya derecho a paro; sus condiciones no han cambiado, simplemente no van a recibir nada. Esta es la principal diferencia con los que provienen de un ERTE –con contratos más estables–, que además de conservar el puesto de trabajo tienen condiciones especiales para acceder a la prestación de desempleo. De nuevo nos olvidamos de los precarios y precarias, la masa de trabajadores que sostienen los servicios –y muchas de las tareas de cuidados remuneradas– y ya estructuralmente fuera de un sistema de prestaciones pensado para un mundo de empleo estable en claro retroceso.
Muchas de estas personas, además, viven en hogares donde hay otras situaciones difíciles desde antes de la crisis. Recordemos: esta recesión vírica se monta sobre una situación que ya era intolerable. 2,5 millones de personas ya sufrían "privación material severa", según el lenguaje de los informes. 12 millones estaban en riesgo de pobreza o exclusión social. Y más de la mitad de los españoles ya tenía alguna dificultad para llegar a final de mes. Podemos estar hablando también de un 23% de paro real si se cuenta a los desanimados –los que no buscan más– y las jornadas parciales.
A todas estas personas las ayudas de emergencia casi ni les rozan: lo que han anunciado son medidas, como la prohibición de cortes de luz y gas, que ya existían. Han puesto dinero para garantizar el cumplimiento de las leyes autonómicas que ya existen. Pero que ya antes de esta crisis no estaban garantizando un mínimo a la mayoría de personas que lo necesitan, las mismas que hoy, en una situación de parón económico y con menos posibilidades de encontrar trabajo, siguen teniendo que pagar el alquiler, comprar comida y enfrentar muchos otros gastos básicos que no tenían cubiertos en momentos de "normalidad". No lo hacen en cuestión de vivienda y no lo hacen a partir de los sistemas de rentas mínimas existentes –con la excepción de Euskadi–, que no están funcionando por las altísimas trabas burocráticas. Llegan solo a un pequeño porcentaje de gente que la necesita. (Como ejemplo, hay más de 200 mil personas que por nivel de ingresos podrían optar a la renta garantizada catalana pero solo la reciben 32.000, según un estudio de Lluís Torrens.) ¿Va a mejorar eso en caso de encierro, en caso de alarma?
El Gobierno ha intentado apuntalar una realidad de trabajo estable, y a los propietarios. Un mundo que cada vez se parece menos a este país. Ya había muchas personas que se quedaban fuera de esta situación y que ahora verán empeorar sus expectativas, quizás por mucho tiempo. La duración y profundidad de la crisis es difícil de valorar hoy. La apuesta es a salir rápidamente por la vía de la reactivación de la demanda postcuarentena, pero hay dudas. Para algunos, esta recesión se produce en una situación inestable previa. Por eso decimos que las medidas que se han presentado son insuficientes.
Se nos pide un esfuerzo, ¿qué se nos da a cambio?
La sanidad lleva infrafinanciada desde la crisis del 2008. La que fue un ejemplo mundial de gestión pública de la salud estaba también en decadencia, al menos, no estaba lista para los retos que teníamos delante. Los contratos que la propia administración ofrecía a los sanitarios eran precarios, a veces de unos meses, y demasiados se jubilaban sin cubrir sus puestos. En muchas comunidades, muchos servicios estaban externalizados, o parcialmente privatizados –sobre todo Cataluña y Madrid–. No, la sanidad no estaba preparada. Tampoco hubo previsión de recursos extras por si un caso así se presentaba. Hoy los sanitarios trabajan sin los equipos necesarios en jornadas imposibles.
Nos han pedido que nos encerremos para controlar el virus. Y lo hacemos. Se ha organizado una gran campaña cívica para que nos "unamos" contra el virus. Pero el encierro no implica lo mismo para todos; para algunos supone un altísimo coste: personas con niños que habitan casas en situación de hacinamiento, a veces sin calefacción, mujeres y menores que sufren violencia en sus hogares. Otras son obligadas a trabajar en medio de la pandemia en lugares sin medidas de seguridad cuando tienen personas a su cargo que quizás son población de riesgo. Buena parte de ellas no pueden elegir. Muchas no pueden teletrabajar o no saben qué hacer con sus hijos sin cole y sus trabajos basura que no se han suspendido. Algunas dicen también: y menos mal, porque las facturas no se pagan solas. ¿Y qué reciben a cambio por echarse encima por igual los problemas derivados del encierro?
Hoy nos preguntamos, ¿podría haber habido una gestión diferente de la crisis que no implicase tanto sufrimiento social, el sacrificio del encierro? Ahora ya es tarde y esta es la única opción, se nos dice. Aceptamos pues por el bien colectivo. Aceptamos el encierro y que no todas llegamos a él en las mismas condiciones. Aceptamos quedarnos en casa aunque muchos no saben hasta cuándo tendrán casa. Asumimos, por inevitable, bajar la persiana, dejar de trabajar, de buscar trabajo, de hacer chambas, de recibir salarios, ¿pero toleramos no tener derecho a ninguna ayuda?
Hay también hoy una gran retórica de relegitimación del Estado. Pero esta crisis sanitaria –que es también de cuidados– está siendo salvada fundamentalmente por las personas que se cuidan mutuamente y a los suyos. ¿Hay un reconocimiento de esta situación por parte el Estado? Más bien se sigue ignorando en los discursos públicos, se militariza las relaciones sociales –en la calle tienes que justificar a un policía si quieres ir a atender a una amiga–. Ahora todo va de número de enfermeros, camas y doctores. Expertos que saben lo que tenemos que hacer y control de nuestras relaciones. Pero es nuestro comunismo de la vida el que sigue haciendo funcionar el mundo. Queremos un reconocimiento en dinero –en facilidad para seguir funcionando– porque cuando todo se pone jodido seguimos charlando, limpiando y alimentando a los nuestros con amor y no dejamos que se nos mueran entre las manos. Porque sin eso no hay sistema institucional de salud ni Estado del bienestar.
Hoy, se percibe ese rumor, que es casi clamor por un reconocimiento de todos esos trabajos invisibles. Un reconocimiento en forma de Renta Básica de Cuarentena. Hay todo tipo de ayudas a las empresas que quizás sean necesarias para mantener los puestos de trabajo –¿también las de aquellas que tienen beneficios millonarios?–. Es tiempo también de ayudar a todos los que se han quedado fuera del sueño fordista –que aquí ni siquiera sabemos si existió o si todas las partes de este contrato son deseables–: trabajo estable, casa en propiedad, la mujer encargándose de la casa, los niños y personas dependientes. Ese mundo revienta hoy por las costuras de las realidades materiales del trabajo precario, el altísimo paro estructural, los alquileres inciertos por las nubes, las mujeres que no queremos y no podemos quedarnos a cuidar. La pandemia hace eso más cristalino. La renta de cuarentena vendría a obturar la emergencia social y se podría hacer de manera urgente, por lo menos unos meses, por mucho menos de lo que cuesta todo el paquete de ayudas que está implementado. Después de la pandemia, seguiremos hablando, quizás se demuestre como la mejor manera de sostener la vida en su nuevo marco de inestabilidad que es la nueva normalidad.
Esta crisis ha sido un golpe inesperado y supone un enorme experimento. ¿Vendrán más? No sabemos. "Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia". Pero quizás estemos a tiempo para dar un paso más hacia un nuevo mundo donde las crisis ya nunca más las paguemos los de abajo, donde todos tengamos garantizado un mínimo para vivir en condiciones. Queremos seguir vivas, pero no de cualquier manera. La pandemia nos deja un aprendizaje: queremos renta –y repartir el trabajo– para poder atender a los nuestros en condiciones.
El artículo original puede encontrarse en el sitio web de nuestros asociados
Fuente: https://www.pressenza.com/es/2020/03/si-quedarse-en-casa-es-incondicional-la-renta-basica-tambien/?fbclid=IwAR2-6CK8Ys4S9XRRO4WvQpr1TEpaC5uDfux_7cV87XyZ_Td-HJAaOP6SkVQ
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Guía Básica de Prevención al Covid19. Patricia Castro Obando, desde China
Cabeza fría y corazón caliente.
Ahora que el Covid19 ya ingresó al Perú y Latinoamérica es momento de compartir esta guía elaborada en China sobre cómo protegerse del virus para aquellos que pese a la cuarenta, tenían que salir a la calle y atender a la población (y NO se contagiaron).
Aquí recopilo los consejos de los voluntarios en Wuhan 全球看武汉志愿者团队 , añado otras fuentes como repartidores de delivery y transportistas, reporteros en las zonas con mayores casos diagnosticados, además de mi propia experiencia.
Ahora que la pesadilla terminó en China queda claro que la cuarentena fue un factor clave para detener el contagio. Pero el caso chino no se puede copiar ni desestimar, sino más bien hay que adaptarlo a la realidad del Perú y otros países de América Latina que por sus propias condiciones impiden una cuarentena estricta como sucedió en China.
Lo mismo sucede con esta guía dirigida especialmente a las personas que TIENEN QUE SALIR diariamente pero comparten la casa con un ADULTO MAYOR o un ENFERMO CRÓNICO, dos grupos muy vulnerables.
Deberán ejercitar disciplina, sacrificio y compromiso, primero con sus hogares porque pueden convertirse en trasmisores. Es importante entender que esta pandemia:
1. Está afuera, no está dentro de la casa (y hay que impedir que ingrese),
2. Ha hecho de las manos nuestras enemigas, y
3. Exige un cambio radical en los hábitos diarios.
Si se refuerzan las medidas de protección, como lo hicieron muchas familias chinas –incluso las familias de aquellos que se expusieron al virus- el Covid19 se queda afuera. Por lo tanto, se recomienda observar tres espacios y tres momentos de la rutina diaria:
EN LA CASA
- Cálmese y diseñe un plan familiar:
Debe hablar con todos los miembros de la familia, especialmente ancianos y niños, sobre la importancia de respetar las nuevas reglas.
- Provisiones y suministros:
a. Un botiquín: Medicinas y remedios básicos (alcohol) e instrumentos médicos (termómetros, mascarillas).
b. Productos de higiene personal y limpieza del hogar: Jabón y desinfectante (lejía) para ropa, baños y piso.
c. Alimentos enlatados y provisiones: Cantidad razonable para casos de emergencias que no exceda al mes.
- Recibidor:
Establezca una zona al ingreso de la casa para dejar allí sus zapatos, objetos y ropa (abrigos, etc.) que trae de la calle.
- Higiene personal:
Báñese absolutamente todos los días y lávese las manos con mucho cuidado (20 segundos) especialmente después de llegar a casa, utilizar el baño o antes de comer. Cambie su toalla con frecuencia.
- Zonas de riesgo:
El recibidor, el baño y la cocina (evite acumular basura) deben desinfectarse diariamente. Cuidado con el celular o el teclado de la computadora.
- Ventilación:
Abra las ventanas todas las mañanas y no utilice aire acondicionado. Ventile la ropa que usó fuera de casa
- Control de la temperatura:
Considere como medida de prevención tomarse la temperatura diariamente para detectar algún pequeño cambio.
EN LA CALLE
- Vestimenta:
Separe la ropa que solo utilizará en la calle de aquella ropa de casa y no la mezcle, ni para lavarla.
- Calzado:
Todo calzado utilizado en el exterior debe quedarse en el recibidor. Desinfecte regularmente las suelas de zapatos y zapatillas.
- Mascarillas:
Debe portar máscaras especialmente en espacios cerrados, pequeños y con mucha gente como transporte público o ascensor. Evitará que se toque la boca, la nariz o los ojos.
- Contacto con objetos:
Vigile los objetos con los cuales tiene contacto en los espacios públicos. No toque pasamanos, manijas de puertas o botones del ascensor con la mano. Utilice una servilleta o el codo.
- Distanciamiento social:
Sea consciente que en los espacios públicos se puede contraer el virus que después se lleva a casa. Mantenga una distancia de 1 metro. Limite su permanencia en la calle.
DE VUELTA A CASA
Quítese los zapatos, doble la mascarilla y colóquela en una bolsa con cierre (deberá desinfectarla o cambiarla regularmente), ventile la ropa que ha usado fuera, y lávese muy bien las manos antes de entrar en contacto con otras personas. En el hogar solo puede usar ropa de casa y pantuflas.
* Para aquellos que tengan perros, se recomienda limpiarle las patas después del paseo y antes de ingresar a casa. Las mascotas (perros y gatos) no transmiten el Covid-19 a humanos, aunque pueden ser contaminados (caso de Hong Kong).
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Marzo
* domingo 8 marzo, Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional
* domingo 15 marzo, Día Mundial del Consumidor.
* domingo 22 marzo, Día Mundial del Agua
* martes 24 marzo, Día de Creación del Grupo WIE Perú del IEEE
ABRIL
* miércoles 1 abril, Día Mundial de la Educación
* martes 7 abril, Día Mundial de la Salud
* sábado 11 abril, Día del Niño
* 9 y 10 abril, jueves y viernes santo, feriados
* miércoles 22 abril, Día Mundial de la Tierra
MAYO
* viernes 1 de mayo, Día del trabajo.
* domingo 10 mayo, Día de la Madre
* viernes 22 mayo, Día Mundial de la Diversidad Biológica
* miércoles 27 mayo, Día del Idioma Nativo, el Quechua
* sábado 30 mayo, Día Nacional de la Papa
* domingo 31 mayo, Día del NO Fumador; Reflexión sobre los desastres naturales
JUNIO
* viernes 5 junio, Día Mundial del Medio Ambiente
* domingo 21 junio, Día del Padre
* domingo 21 junio, Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía
* miércoles 24 junio, Día del Campesino, Inti Raymi, feriado
* lunes 29 junio, San Pedro y San Pablo, feriado
* martes 30 de Junio, día nacional de los granos andinos: quinua, kañiwa, kiwicha, tarwi.
JULIO
* lunes 6 julio, Día del Maestro
* sábado 11 julio, Día Mundial de la Población
* martes 28 y miércoles 29, Fiestas Patrias, feriados
AGOSTO
* Domingo 06 de agosto Día del Agrónomo en el Perú, para conmemorar la fundación de la Universidad Nacional Agraria La Molina
* miércoles 9 agosto, Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
* sábado 12 agosto, Día Internacional de la Juventud
* miércoles 19 de agosto (1989-2020) Trigésimo primer (31) aniversario RAE Perú
* sábado 22 agosto, Día Mundial del Folklore
* jueves 27 de agosto (2011-2020) Noveno Aniversario del Mercado Saludable de La Molina
* domingo 30, Día de Santa Rosa de Lima. Feriado
SETIEMBRE
* martes 1 setiembre, Día del Árbol
* sábado 12 setiembre, sexto aniversario de la Red de Ferias y Mercados Ecológicos
* miércoles 16 setiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono
* lunes 21 setiembre, Día Internacional de la Paz.
* miércoles 23 setiembre, Día de la Juventud y la Primavera.
* 23 al 27 de setiembre. Perú, mucho gusto, en Lima
OCTUBRE
* XVI ENAE Encuentro Nacional de Agricultura Ecológica en Ayacucho
* jueves 8, Combate de Angamos, feriado
* jueves 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural
* viernes 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación
* lunes 19 octubre, (2007-2020) Décimo tercer aniversario de la Plataforma PERÚ País LIBRE DE TRANSGÉNICOS
* jueves 29 octubre, (2004-2020) décimo sexto aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético
NOVIEMBRE
* domingo 1, Día de Todos los Santos, feriado
* sábado 7 noviembre, (2002-2020) décimo octavo aniversario del Comité de Consumidores Ecológicos
* martes 10 noviembre, Día del Libro
* martes 17 noviembre, (1998–2020) Aniversario 22 del Grupo EcoLógica Perú
* viernes 20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño
* miércoles 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer
* domingo 29 noviembre, (1978-2020) el Centro IDEAS celebra su 42 aniversario
DICIEMBRE
* martes 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA
* jueves 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos.
* jueves 3 diciembre, Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica.
* sábado 6, (1999-2020) Vigésimo primer Aniversario de la BioFeria de Miraflores.
* jueves 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos
* lunes 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano
* viernes 25 diciembre, Navidad, feriado
* viernes 1 de enero 2021, feriado
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BIOCOMPARTIENDO # 09 - 2020
¡ Por una vida sana y feliz, libre de transgénicos cancerígenos !
¡ Quédate en casa ¡
Domingo 22 de marzo de 2020
Editor: Fernando Alvarado de la Fuente
EMAIL: bioferdi@hotmail.com
FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi
WEB: www.ideas.org.pe
Miembro de
- Centro IDEAS
- Red de Agricultura Ecológica del Perú - RAE Perú
- Consorcio Agroecológico Peruano - CAP
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