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COMPARTIENDO # 21 – 2018
¡Por una vida sana y feliz; libre de transgénicos cancerígenos!
Editor Fernando Alvarado de la Fuente / bioferdi@hotmail.com
Ver todos los números de Compartiendo en: www.ideas.org.pe
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INDICE
- Población del Perú totalizó 31 millones 237 mil 385 personas al 2017
- La farsa del arroz dorado transgénico
- Acuaponía
- Génesis del arrendatario capitalista
- Cómo repercute la revolución agrícola sobre la industria. Formación del mercado interior para el capital industrial
- Génesis del capitalista industrial
- Tendencia histórica de la acumulación capitalista
- CALENDARIO AGROECOLOGICO 2018
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Población del Perú totalizó 31 millones 237 mil 385 personas al 2017
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) dio a conocer que de acuerdo con los Primeros Resultados de los Censos Nacionales 2017: XII de Población, VII de Vivienda y III de Comunidades Indígenas, ejecutados el 22 de octubre del año pasado, la población total del Perú llegó a 31 millones 237 mil 385 habitantes, en los que se considera a la población censada y la población omitida durante el empadronamiento. Cabe señalar, que la población en el último periodo intercensal ha tenido un crecimiento promedio anual de 1,0%, lo que demuestra una tendencia decreciente del ritmo de crecimiento poblacional en los últimos 56 años.
La presentación de los Primeros Resultados de los Censos Nacionales 2017 estuvo a cargo del Jefe del INEI, Econ. Francisco Costa Aponte; y contó con la participación del Presidente de la Comisión Consultiva de los Censos Nacionales, Dr. Richard Webb Duarte, el Subjefe del INEI, Dr. Aníbal Sánchez Aguilar, el Presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, Dr. Federico Arnillas Lafert, la Representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en el Perú, Dra. Elena Zúñiga, el Director de Investigación del Instituto de Investigación para el Desarrollo IRD, de Francia, Dr. Javier Herrera Zúñiga; y el Director Nacional de Censos y Encuestas, Dr. Gaspar Morán Flores.
Perú es el quinto país más poblado
Según el ranking de población en América del Sur, al año 2017, el Perú (31 millones 237 mil 385) es el quinto país más poblado de América del Sur después de Brasil, Colombia, Argentina y Venezuela. A nivel de América Latina, el Perú ocupa el sexto lugar.
Población censada alcanzó 29 millones 381 mil 884
Según los primeros resultados de los Censos Nacionales 2017, la población efectivamente censada asciende a 29 millones 381 mil 884 personas, de las cuales 14 millones 450 mil 757 son hombres (49,2%) y 14 millones 931 mil 127 son mujeres (50,8%); lo que reveló que en nuestro país existen 480 mil 370 mujeres más que hombres.
61,7% de la población tiene de 15 a 59 años de edad
Según la estructura por edad de la población, al año 2017, el 26,4% de la población censada tiene de 0 a 14 años; 61,7% de 15 a 59 años y 11,9% de 60 y más años de edad, resultado que reveló que en el periodo 1993-2017, la proporción de la población menor de 15 años ha disminuido de 37,0% a 26,4%; mientras que la de adultos mayores (60 y más años de edad) se incrementó de 7,0% a 11,9%; es así que, por cada 10 menores de 15 años, cinco son mayores de 60 años de edad.
La Costa concentra más de 50% de la población total del Perú
De acuerdo con los primeros resultados de los Censos Nacionales 2017, la población peruana pasó a ser mayoritariamente costeña; es así que, la población de la Costa totalizó 17 millones 37 mil 297 habitantes, y representaron el 58,0%, en la Sierra habitan 8 millones 268 mil 183, y concentran el 28,1% de la población; y en la Selva 4 millones 76 mil 404 personas; y representaron el 13,9%.
La costa obtuvo mayor tasa de crecimiento anual
En el periodo intercensal 2007-2017, la Costa reportó la mayor tasa de crecimiento promedio anual al alcanzar el 1,3%, seguido de la Selva con una tasa de 1,0%. Mientras que, la Sierra presentó una tasa de crecimiento promedio anual negativa de 0,6%.
Lima tiene cerca de 9 millones y medio de habitantes
De acuerdo con el total de la población censada, el departamento con mayor población es Lima al totalizar 9 millones 485 mil 405 habitantes; del cual, la provincia de Lima (43 distritos) tiene 8 millones 574 mil 974 habitantes; y la Región Lima 910 mil 431.
El segundo departamento con mayor población es Piura con 1 millón 856 mil 809, le siguen La Libertad con 1 millón 778 mil 80, Arequipa 1 millón 382 mil 730, Cajamarca 1 millón 341 mil 12, Junín 1 millón 246 mil 38, Cusco 1 millón 205 mil 527, Lambayeque 1 millón 197 mil 260, Puno 1 millón 172 mil 697, Áncash 1 millón 83 mil 519, y la Provincia Constitucional del Callao 994 mil 494. En tanto que, los departamentos con menor población son: Madre de Dios 141 mil 70, Moquegua 174 mil 863, Tumbes 224 mil 863, y Pasco 254 mil 65.
Comparado con el Censo del 2007, se observa que los departamentos de Madre de Dios (28,8%), Arequipa (20,0%) e Ica (19,5%) registraron mayor incremento en su población censada.
Porcentaje de hombres es superior a las mujeres en 8 departamentos
Según los primeros resultados de los Censos Nacionales 2017, solo en ocho departamentos del país, el porcentaje de hombres es mayor comparado con el de las mujeres. En Madre de Dios los hombres representan el 52,3% de la población y las mujeres el 47,7%; en San Martín, el 51,0% son hombres y 49,0% mujeres; en Tumbes y Ucayali el 50,5% son hombres y 49,5% mujeres, en cada uno; en los departamentos de Pasco, Amazonas y Moquegua el 50,4% son hombres y 49,6% mujeres, en cada uno; y en Loreto la población masculina representó el 50,2% y la femenina 49,8%. Cabe señalar, que en la Región Lima la proporción de hombres (50,2%) también superó a la de las mujeres (49,8%).
Lima, Arequipa, Callao y Trujillo son las provincias más pobladas
Al 2017, la provincia más poblada es Lima con 8 millones 574 mil 974 habitantes, con una tasa de crecimiento anual de 1,2%; le siguen Arequipa con 1 millón 80 mil 635 habitantes y una tasa de crecimiento de 2,3%; la Provincia Constitucional del Callao con 994 mil 494 habitantes y una tasa de 1.3% y Trujillo con 970 mil habitantes, con una tasa de crecimiento anual de 1,8%.
San Juan de Lurigancho continúa siendo el distrito más poblado
De acuerdo con los primeros resultados de los Censos Nacionales 2017, el distrito de San Juan de Lurigancho continúa siendo el más poblado, al totalizar 1 millón 38 mil 495 habitantes, le siguen San Martín de Porres con 654 mil 83 habitantes; Ate con 599 mil 196 habitantes y Comas con 520 mil 450 habitantes.
En tanto, los distritos con mayor tasa de crecimiento son Cerro Colorado de Arequipa 5,7%), Carabayllo (4,6%), Lurigancho (3,6%), Puente Piedra (3,5%) y El Porvenir en Trujillo (3,1%).
Productos Censales
El INEI dio a conocer que con la información obtenida de los Censos Nacionales 2017 se podrá elaborar el Perfil Sociodemográfico del Perú, se conocerán los grupos de población más vulnerables, el Directorio de los Centros Poblados, Atlas Demográfico; además, se podrá construir el Mapa de Pobreza Distrital por NBI 2017, y se podrán elaborar las Estimaciones y Proyecciones de Población Total por Quinquenio, Sexo y Edades Quinquenales, entre los principales.
Fuente: http://m.inei.gob.pe/prensa/noticias/poblacion-del-peru-totalizo-31-millones-237-mil-385-personas-al-2017-10817/
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La farsa del arroz dorado transgénico
La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) de Estados Unidos, acaba de declarar que el arroz dorado transgénico, del cual sus promotores alegan que solucionaría la falta de vitamina A de los más pobres, no presenta cualidades nutricionales que se puedan etiquetar como beneficios a la salud.
Los defensores de los transgénicos, como Bolívar Zapata y otros científicos amigos de las trasnacionales, enarbolan el llamado arroz dorado como el arquetipo del transgénico bueno. Esto pese a que este arroz manipulado para contener provitamina A, después de dos décadas, varias versiones y cientos de millones de dólares en investigación no existe en la realidad agrícola: sólo hay versiones de laboratorio que no logran llegar a un nivel mínimo de aporte de provitamina A, además de varias otras dificultades, como bajo rendimiento y que produce plantas atrofiadas. (aquí)
En un reciente artículo, Allison Wilson y Jonathan Latham, de Independent Science News, explican que la idea central del arroz dorado es que aporte betacaroteno (precursor de la vitamina A), por tanto la afirmación de la FDA es una grave fractura en este proyecto que todo el tiempo revela nuevas fallas. (aquí)
La afirmación de la FDA se dio en respuesta a una solicitud del Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) en Filipinas, que considerara el evento GR2E para su importación a Estados Unidos. IRRI trabaja actualmente en la investigación de la segunda generación de arroz dorado (GR2), evento que comenzó Syngenta y que ahora es financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates.
IRRI aclaró que no tiene intención de sembrar este arroz en Estados Unidos, pero como en años anteriores han habido varios casos de ingresos de eventos transgénicos no aprobados en Estados Unidos que entraron con arroz importado contaminado, querían asegurarse que estuviera aprobado. En 2006-2008 este tipo de contaminación de arroz transgénico no autorizado causó enormes costos para retirarlo del mercado.
La FDA publicó su respuesta sobre el evento de arroz dorado GR2E, el 24 de mayo de 2018. Aprueba de hecho la importación –aunque no con fines de consumo animal ni humano–, pero en la misma nota destaca que el contenido de betacaroteno del GR2E es muy bajo para presentarlo como si tuviera este beneficio para la salud.
El GR2E es el único evento de arroz dorado que se ha sometido a algún tipo de análisis regulatorio, y ha sido aprobado recientemente para importación (en condiciones similares a las de FDA) por Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
Wilson y Latham detallan que en un anexo de la FDA a la carta, el contenido de betacaroteno del del arroz dorado GR2E es de apenas 0.50 a 2.35 µg/g (microgramos por gramo). Es muy bajo y además variable. Por comparación, los niveles medidos en 2017 por varios autores en alimentos no transgénicos son enormemente mayores, por ejemplo en zanahoria 13.8 – 49.3 µg/g , en vegetales verdes asiáticos 19.74 – 66.04 µg/g y en espinaca 111 µg/g. (aquí)
La FDA agrega que el valor promedio de betacaroteno en el arroz GR2E, es de 1.26 µg/g. Esto es aún menor que la primera versión del arroz dorado (GR1), que según sus desarrolladores era de 1.60 µg/g, por lo que tuvieron que considerarlo inviable. En ese entonces, Greenpeace calculó que a niveles tan bajos, una persona necesitaría comer 3.75 kilos de arroz por día para recibir una cantidad adecuada de betacaroteno y en consecuencia de vitamina A. (aquí)
En el mismo anexo, la FDA afirma que según información del IRRI, el contenido de betacaroteno disminuye con el tiempo y en almacenamiento. Un artículo científico publicado en 2017 por Patrick Shchaub et. al., mostró que el contenido de betacaroteno en el arroz dorado al momento de la cosecha es de corta vida. El estudio encontró que después de 3 semanas sólo tenía 60 por ciento del valor inicial y después de 10 semanas apenas 13 por ciento.
La inestabilidad se debe a la degradación al entrar en contacto con oxígeno. En las condiciones reales de campesinos pobres en Asia, esta degradación sería mayor y más rápida, dejando un contenido casi nulo de la provitamina.
Parece evidente que la idea de solicitar permiso de importación de arroz dorado en algunos países (donde las autoridades son protransgénicas) es una movida solamente propagandística, porque el arroz dorado está muy lejos de ser viable, ni en campo ni en alimentación. Es destacable que en el mismo acto de pedir el permiso, acepten que necesariamente habrá contaminación, algo que afectará muy negativamente a variedades buenas y probadas de arroz en Asia, su centro de origen. Hay muchas alternativas sanas, sin riesgo y accesibles para aportar vitamina A en la alimentación de los más pobres. Si tuvieran algo de honestidad, quienes defienden este adefesio transgénico deberían reconocer que definitivamente el arroz dorado no es una de ellas.
Por Silvia Ribeiro - Investigadora del Grupo ETC
Fuente: La Jornada, 23 de junio, 2018
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/La_farsa_del_arroz_dorado_transgenico
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Se conoce como acuaponía al sistema de producción sostenible de plantas y peces que combina la acuicultura tradicional, que es la cría de animales acuáticos como peces, cangrejos de río y camarones; con la hidroponía, cultivo de plantas en agua en un medioambiente simbiótico. En acuicultura, las secreciones de los animales cultivados pueden acumularse en el agua, aumentando su toxicidad; por el contrario, en un sistema de acuaponía, el agua de la acuicultura, que aquí funciona como un subsistema, alimenta al sistema hidropónico, en el que los desechos son descompuestos en nitritos y posteriormente en nitratos por las bacterias de nitrificación. Estos nitratos son utilizados luego por las plantas como nutrientes, por lo que es posible que el agua retorne al subsistema de acuicultura. Por tanto, la acuaponía resulta adecuada para pequeños productores agrícolas con miras a aprovechar los mercados locales y el agroturismo.
La producción en cultivos acuapónicos puede reducir la lixiviación, la escorrentía y las descargas de agua residuales al medio ambiente, a través de la reutilización de dichos efluentes cargados de minerales, procedentes de la acuicultura y de los subsistemas hidropónicos. Diseñar y administrar los sistemas de producción agrícola que reduzcan los desechos de agua y minerales al medio ambiente protege la calidad del agua subterránea, hace que el agua de uso agrícola sea más fácil de obtener, y ayuda a las empresas agrícolas a mantener la sostenibilidad a largo plazo. Estos diseños también reducen las inquietudes acerca de la descarga de desperdicios en las zonas costeras, que podrían contribuir a la proliferación de algas nocivas.
Tres organismos están involucrados en el rendimiento óptimo de los sistemas acuapónicos: plantas, peces y bacterias nitrificadoras. Las plantas y los peces son cultivos comerciales, mientras que las bacterias nitrificantes juegan un papel importante en la biofiltración, convirtiendo los desechos tóxicos de amoníaco de los peces en nitrato nitrogenado, uno de los nutrientes minerales más importantes requeridos por las plantas.
La acuaponía es el cultivo combinado de peces y plantas en sistemas de recirculación. Nutrientes, que son excretados directamente por los peces o generados por la descomposición microbiana de residuos orgánicos, son absorbidos por las plantas cultivadas hidropónicamente (sin suelo), por lo que el alimento para los peces proporciona la mayor parte de los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas. A medida que el efluente de la acuicultura fluye a través del componente hidropónico del sistema de recirculación, los metabolitos de desecho de pescado se eliminan mediante la nitrificación y la absorción directa por las plantas, tratando de este modo el agua, que fluye de nuevo al componente de cría de peces para su reutilización.
Los sistemas acuapónicos varían en tamaño, desde pequeñas unidades interiores o exteriores hasta grandes unidades comerciales que utilizan la misma tecnología. Los sistemas comúnmente contienen agua dulce, pero también son factibles los sistemas de agua salada, dependiendo del tipo de animal acuático y del tipo de plantas involucrados. La ciencia de la acuaponía se encuentra aún en una etapa temprana de desarrollo.
Nombre
Es muy utilizado el anglicismo acuaponía (de aquaponics), cuyas raíces etimológicas proceden del inglés: "aquaculture" y "hydroponics". También se utiliza el término acuiponía, contracción (portmanteau) de las palabras "acuicultura" e "hidroponía"
Función
La acuaponía consta de dos componentes principales: la acuicultura, correspondiente a la crianza de animales acuáticos, y la hidroponía, mediante el cual se lleva a cabo el cultivo de plantas. Los residuos acuáticos, como resultado de alimentos no consumidos o la crianza de animales como peces, se acumulan en el agua debido al sistema de recirculación cerrada de la mayoría de los sistemas de acuicultura. El agua rica en desechos, en altas concentraciones, se vuelve tóxica para los animales acuáticos, pero contiene nutrientes esenciales para el crecimiento vegetal.3 Aunque primordialmente consisten de estas dos partes, los sistemas de acuaponía suelen agruparse en varios componentes o subsistemas responsables de la eliminación eficaz de los residuos sólidos, la incorporación de bases para neutralizar los ácidos o el mantenimiento de la oxigenación del agua.
Los componentes típicos incluyen:
Tanque de crianza: el tanque donde crecen y se alimentan los peces;
Bandejas de sedimentación: una unidad que recoge los alimentos no consumidos y biofilminas desprendidas, y las partículas finas sedimentadas;
Biofiltro: un lugar donde la bacteria de nitrificación puede crecer y convertir amoníaco en nitratos, que son usados por las plantas;
Subsistemas hidropónicos: la parte del sistema donde las plantas crecen absorbiendo el exceso de nutrientes del agua;
Sump: el punto más bajo del sistema donde el agua fluye y es bombeado de regreso a los tanques de crianza.
Dependiendo en la sofisticación y costo del sistema acuapónico, las unidades de remoción de sólidos, la biofiltración, y/o los subsistemas hidropónicos puede que sean combinados en una unidad o subsistema, lo que evita que el agua fluya directamente de la sección de acuicultura a la sección del sistema de hidroponía.
Nitrificación
La nitrificación, la conversión aeróbica de amoníaco a nitratos, es una de las funciones más importantes en un sistema de acuaponía, ya que reduce la toxicidad del agua para los peces, y permite que los compuestos de nitrato resultantes sean eliminados por las plantas para su nutrición. El amoníaco es desprendido constantemente en el agua por excreción y branquias del pez como un producto de su metabolismo, pero la mayoría debe ser filtrado del agua puesto que grandes concentraciones de amoníaco (comúnmente entre 0.5 y 1 ppm) pueden matar al pez. Aunque las plantas, hasta cierto grado, pueden absorber amoníaco del agua los nitratos son más fácilmente asimilados, así eficazmente reduciendo la toxicidad del agua para los peces. El amoníaco puede ser convertido en otros componentes nitrógenos a través de poblaciones saludables de:
Nitrosomonas: bacteria que convierte amoníaco en nitritos, y
Nitrobacteria: bacteria que convierte nitritos en nitratos.
En un sistema de acuaponía, la bacteria responsable de este proceso forma una biopelícula en todas las superficies sólidas que estén en constante contacto con el agua. Las raíces sumergidas de los vegetales combinadas tienen un área grande de superficie, permitiendo que muchas bacterias se acumulen ahí. Juntos con la salinidad del amoníaco y los nitratos del agua, el área de la superficie determina la velocidad con la que la nitrificación se lleva a cabo. El cuidado de estas colonias de bacterias es importante para regular la asimilación completa de amoníaco y nitrato. Es por esto que la mayoría de los sistemas de acuaponía incluye una unidad de biofiltración, que ayuda a facilitar el crecimiento de estos microorganismos. Típicamente, después de que un sistema haya estabilizado los niveles de amoníaco en un rango entre 0.25 a 2.0 ppm; el rango del nivel de nitrato entre 0.25 a 1 ppm, y niveles de nitrato entre 2 a 150 ppm. Puede que durante la iniciación del sistema, la presencia de mayores concentraciones en los niveles de amoníaco (hasta 6.0 ppm) y de nitrato (hasta 15ppm) ocurra, con los niveles de nitrato alcanzando posteriormente durante la fase de inicio. Puesto que el proceso de nitrificación acidifica el agua, bases no-sódicas como lo es el hidróxido de potasio ó el hidróxido de calcio pueden ser añadidas para neutralizar el pH del agua si es que cantidades insuficientes están presentes en el agua para proveer un colchón contra la acidificación. Además, nutrientes y minerales selectos como lo es el hierro pueden ser añadidos en suma a los desechos de los peces que sirve como la principal fuente de nutrición a las plantas.
Una buena forma de tratar la acumulación de sólidos en la acuaponía es el empleo de lombrices, pues licuifican la materia orgánica sólida para que pueda ser utilizada por las plantas y/o animales.
Subsistemas hidropónicos
Las plantas son cultivadas como en sistemas hidropónicos con sus raíces inmersas en el agua afluente que está llena de nutrientes. Esto les permite filtrar el amoníaco que es tóxico para los animales acuáticos o sus metabolitos. Después de que el agua ha pasado por el subsistema hidropónico, se limpia, oxigena y puede regresar a los vasos acuicultores en un ciclo es continuo. Las aplicaciones acuapónicas comunes de sistemas hidropónicos incluyen:
Balsa acuapónica de aguas más profundas: balsas de poliestireno extruido flotan en agua para acuicultura relativamente profunda.
Acuaponía recirculante: material sólido como lo es la grava o pedacitos de barro contenidos en un recipiente que es inundado con agua de la acuicultura. Este tipo de acuaponía también se le conoce como "acuaponía de circuito cerrado".
Acuaponía recíproca: la materia sólida en un contenedor que es alternamente inundado y vaciado utilizando diferentes tipos de sifones de desagüe. Este tipo de acuaponía también es conocido como "acuaponía de inundación y drenaje" o "acuaponía de flujo y reflujo".
Otros sistemas usan torres que alimentan en una forma vertical, de arriba a abajo, canales de película nutriente, tubería plástica (PVC) horizontal con hoyos para las macetas, barriles plásticos cortados a la mitad con gravas o con balsas. Cada forma tiene sus propios beneficios.
La mayoría de los vegetales de hoja verde crecen bien en subsistemas hidropónicos, aunque variedades de col china, lechuga, jitomates, ocra, melón y pimiento reditúan más.4 Otras especies de vegetales que crecen bien en un sistema de acuaponía incluyen: frijoles, chícharos, rábano, fresas, cebollas y hierbas. [cita requerida] Ya que las plantas en diferentes etapas de su crecimiento requieren de diferentes minerales y nutrientes, la cosecha de plantas es intercalada con crecidos/cultivos tiernos al mismo tiempo que plantas maduras. Con esto se asegura de que haya un contenido estable de nutrientes en el agua por la continua limpieza simbiótica de toxinas del agua.
Sistemas de acuicultura
Los peces de agua dulce son los animales acuáticos que comúnmente se crían utilizando acuaponía, aunque también pueden emplearse cangrejos de río y langostinos. En la práctica, la tilapia es el pez más popular para proyectos caseros y comerciales para el consumo alimenticio, aunque también se usa el barramundi, perca plateada Bidyanus bidyanus, Tandanus tandanus o el pez gato tandanus (siluriformes), perca jade y Maccullochella peelii peelii (Murray cod) también se usan. Para climas templados cuando no hay necesidad de mantener la temperatura del agua, el Lepomis macrochirus (bluegill) y el pez gato son buenas opciones para un sistema casero. El Koi y el carpín (o pez dorado) también pueden ser usados si los peces no son para consumo humano.
Operaciones normales
Los sistemas acuapónicos generalmente no descargan o intercambian agua bajo operaciones normales, pero en lugar, recirculan y reutilizan el agua muy eficazmente. El sistema se apoya en la relación entre los animales y las plantas para mantener un medio ambiente acuático estable que tenga una fluctuación mínima en niveles de oxígeno y nutrientes. Se añade agua solo para rellenar la pérdida de agua a causa de la absorción y transpiración de las plantas, la evaporación del agua superficial, el desbordamiento del sistema a causa de la lluvia y la remoción de biomasa como es el desecho sólido del sistema. Como resultado, la acuaponía utiliza aproximadamente 2% del agua que una granja convencional requiere para irrigar la misma producción de vegetales. Esto permite la producción acuapónica de ambas: cosecha y pescado en áreas donde el agua ó tierra fértil son escasas. Los sistemas acuapónicos también pueden ser usados para replicar las condiciones controladas de tierras aguadas (wetland) que son útiles para tratamiento de agua al reclamar el agua potable del agua de desecho común de casa. El agua llena de nutrientes que se derrame puede ser acumulada en tanques receptores y reutilizada para acelerar el crecimiento de la hortaliza plantada, o puede ser bombeada de regreso al sistema acuapónico para rellenar a tope el nivel de agua.
Las tres entradas principales al sistema son: agua, alimentación dada a los animales acuáticos, la electricidad para bombear el agua entre los subsistemas de acuicultura y los sistemas de hidroponía. Se puede añadir freza para reemplazar los peces ya crecidos que van a ser sacados del sistema para mantenerlo estable. En términos de resultados, un sistema acuapónico ha de brindar continuamente plantas como vegetales crecidos en hidroponía y especies de animales acuáticos comestibles criados en acuicultura.
Acuaponía: Un sistema de producción integrado
Acuaponía, el cultivo combinado de animales acuáticos y plantas en sistemas circulatorios, se ha vuelto cada vez más popular. Son sistemas de recirculación acuícola que incorporan la producción de plantas sin necesidad de tierra. Los sistemas de recirculación acuícola están diseñados para producir grandes cantidades de animales acuáticos en relativamente pequeños volúmenes de agua, la que es tratada con el fin de eliminar los tóxicos producto de desechos para luego ser reutilizada.
En el proceso de reutilización del agua, muchas veces se acumulan nutrientes no tóxicos y materia orgánica. Estos subproductos metabólicos no tienen por qué ser desechados si se canalizan hacia cultivos secundarios que tienen valor económico o que de alguna manera benefician el sistema primario de producción de peces. Los sistemas que cosechan otros cultivos a partir del uso de subproductos provenientes de los cultivos primarios se denominan sistemas integrados. Si los cultivos secundarios son plantas acuáticas o terrestres cultivadas en combinación con animales acuáticos, este sistema integrado se conoce como sistema hidropónico.
Las plantas crecen rápidamente a partir de los nutrientes disueltos, excretados directamente por los peces o que se generan a partir de la descomposición microbiana de los desechos de la fauna acuática. En los sistemas de recirculación cerrados con muy poco cambio diario de agua (menos de 2 por ciento), se acumulan nutrientes disueltos en concentraciones similares a las de las soluciones de nutrientes hidropónicos. El nitrógeno disuelto, en particular, puede darse a niveles muy altos en sistemas de recirculación. Los peces excretan nitrógeno residual, en forma de amoníaco, directamente en el agua a través de sus branquias. Las bacterias convierten el amoníaco en nitrito y después en nitrato.10 El amoníaco y el nitrito son tóxicos para los peces, pero el nitrato es relativamente inofensivo y es la forma preferida de nitrogenar los cultivos de plantas superiores tales como las hortalizas de fruto.
Los sistemas de acuaponía ofrecen varias ventajas. Los nutrientes de desecho disueltos son recuperados por las plantas, reduciendo su descarga al medio ambiente y extendiendo el uso del agua (es decir que, mediante la eliminación de los nutrientes disueltos a través de su captación por las plantas, se puede reducir la tasa de interacción hídrica). Al disminuir la tasa de interacción hídrica también se reducen los costos de operación de los sistemas de acuaponía en climas áridos e invernaderos con calefacción donde el agua o incremento de su temperatura representan un gasto significativo. Tener un cultivo vegetal alterno que obtiene sin costo la mayoría de sus nutrientes requeridos incrementa las potenciales ganancias de un sistema. La aplicación diaria de alimento para peces proporciona un suministro constante de nutrientes para las plantas y por lo tanto elimina la necesidad de desechar y reemplazar la reducción de soluciones de nutrientes o ajustarlas como sucede en hidroponía. Las plantas absorben los nutrientes del agua de cultivo y eliminan la necesidad de instalar por separado biofiltros que son caros. Los sistemas de acuaponía requieren mucho menos control de la calidad del agua que los sistemas de acuicultura hidropónica o de recirculación por separado. Los ahorros también se logran si se comparten los costos operativos y de infraestructura, tales como bombas, depósitos, calentadores y sistemas de alarma. Además, la intensiva producción integrada de peces y plantas requiere menos tierra que los estanques y jardines. Los sistemas de acuaponía requieren una gran inversión de capital, insumos energéticos moderados y manejo especializado. Nichos de mercado pueden ser necesarios para lograr rentabilidad.
Diseño del sistema
El diseño de los sistemas de acuaponía es muy similar al de los de recirculación en general, con la adición de un componente hidropónico y a veces la posible eliminación de un biofiltro independiente y de unos dispositivos (fraccionadores de espuma) para la eliminación de sedimentos sólidos y en suspensión. Los sedimentos sólidos y la materia orgánica en suspensión, en general, no logran llegar a niveles que requieran fraccionamiento de espuma si los sistemas de acuaponía guardan la proporción de diseño recomendada. Los elementos esenciales de un sistema de acuaponía son la pecera de reproducción, un componente de eliminación de sedimentos sólidos y en suspensión, un biofiltro, un componente hidropónico, y un sumidero.
El desecho de la pecera de reproducción es tratado primero para reducir la materia orgánica en forma de suspensión y de sedimentos sólidos. Posteriormente, el agua de cultivo es tratada para eliminar el amoníaco y el nitrato en un biofiltro. Luego, el agua fluye a través de la unidad hidropónica donde algunos nutrientes disueltos son absorbidos por las plantas. El amoníaco adicional y el nitrito son eliminados por bacterias que crecen a los lados del tanque y en la parte inferior de las hojas de poliestireno (es decir, en la película fija de nitrificación). Finalmente, el agua se deposita en un reservorio (receptor) para devolverla al tanque de cultivo. La ubicación del receptor puede variar. Si las cubetas hidropónicas se colocan por encima del receptor, este puede ser localizado después del biofiltro y el agua se bombea hasta las cubetas y devuelta por gravedad al tanque de cultivo de peces.
El sistema puede ser diseñado de manera que una parte del flujo se desvíe hacia una unidad separada de tratamiento. Por ejemplo, un pequeño flujo de corriente lateral puede ir a un recipiente hidropónico después de eliminar los sólidos, mientras que la mayor parte del agua pase a través de un biofiltro y vuelva al tanque de cultivo.
El biofiltro y los componentes hidropónicos pueden combinarse mediante el uso de sustratos de sujeción de plantas tales como la grava o la arena que también funcionan como biofiltros. La hidroponía flotante, que consiste en láminas de poliestireno y ollas de rejilla flotantes para sujetar la planta, también pueden proporcionar suficiente biofiltración si el área de producción de la planta es lo suficientemente grande. La combinación de biofiltración e hidroponía es una meta deseable porque la eliminación del costo de un biofiltro por separado es una de las principales ventajas de la acuaponía. Un diseño alternativo combina la eliminación de sólidos, la biofiltración y la hidroponía en una unidad. Los medios de sujeción hidropónicos (gravilla o arena gruesa) retienen los sólidos y proporciona una superficie de nitrificación a base de una película de fijación, aunque con este diseño es importante no sobrecargar la unidad con sólidos en suspensión.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Acuaponía
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Génesis del arrendatario capitalista (*)
Después de exponer el proceso de violenta creación de los proletarios libres y privados de recursos, cómo se les convirtió a sangre y fuego en obreros asalariados y la sucia campaña en que el estado refuerza policíacamente, con el grado de explotación del obrero, la acumulación del capital, cumple preguntar: ¿cómo surgieron los primeros capitalistas? Pues la expropiación de la población campesina sólo crea directamente grandes terratenientes. La génesis del arrendatario puede, digámoslo así, tocarse con la mano, pues constituye un proceso lento, que se arrastra a lo largo de muchos siglos. Los siervos, y con ellos los pequeños propietarios libres, no tenían todos, ni mucho menos, la misma situación patrimonial, siendo por tanto emancipados en condiciones económicas muy distintas.
En Inglaterra, la primera forma bajo la que se presenta el arrendatario es la del bailiff también siervo. Su posición se parece mucho a la del villicus de la antigua Roma, aunque con un radio de acción más reducido. Durante la segunda mitad del siglo XVI es sustituido por un colono, al que el señor de la tierra provee de simiente, ganado y aperos de labranza. Su situación no difiere gran cosa de la del simple campesino. La única diferencia es que explota más trabajo asalariado. Pronto se convierte en aparcero, en semiarrendatario. El pone una parte del capital agrícola y el propietario la otra. Los frutos se reparten según la proporción fijada en el contrato. En Inglaterra, esta forma no tarda en desaparecer, para ceder el puesto a la del verdadero arrendatario, que explota su propio capital empleando obreros asalariados y abonando al propietario como renta, en dinero o en especie, una parte del producto excedente.
Durante el siglo XV, mientras el campesino independiente y el mozo de labranza que, además de trabajar a jornal para otro, cultiva su propia tierra, se enriquecen con su trabajo, las condiciones de vida del colono y su campo de producción no salen de la mediocridad. La revolución agrícola del último tercio del siglo XV, que dura casi todo el siglo XVI (aunque exceptuando los últimos decenios), enriquece al arrendatario con la misma celeridad con que empobrece al campesino.45 La usurpación de los pastos comunales, etc., le permite aumentar casi sin gastos su contingente de ganado, al paso que éste le suministra abono más abundante para cultivar la tierra.
En el siglo XVI viene a añadirse a éstos un factor decisivo. Los contratos de arrendamiento eran entonces contratos a largo plazo, abundando los de noventa y nueve años. La constante depreciación de los metales preciosos, y por tanto del dinero, fue para los arrendatarios una lluvia de oro. Hizo –aun prescindiendo de todas las circunstancias ya expuestas– que descendiesen los salarios. Una parte de éstos pasó a incrementar las ganancias del arrendatario. El alza incesante de los precios del trigo, de la lana, de la carne, en una palabra, de todos los productos agrícolas, vino a hinchar, sin intervención suya, el patrimonio en dinero del arrendatario, mientras que la renta de la tierra, que él tenía que abonar, se contraía a su antiguo valor en dinero. 46 De este modo, se enriquecía a un mismo tiempo a costa de los jornaleros y del propietario de la tierra. Nada tiene, pues, de extraño que, a fines del siglo XVI, Inglaterra contase con una clase de arrendatarios "capitalistas" ricos, para lo que se acostumbraba en aquellos tiempos.47
Notas al pie
45 "Arrendatarios –dice Harrison, en su Description of England– a quienes antes resultaba gravoso pagar 4 libras esterlinas de renta, pagan hoy 40, 50 y hasta 100 libras, y aún creen que han hecho un mal negocio si al expirar su contrato de arriendo no han puesto aparte seis o siete años de renta."
46 Sobre los efectos que tuvo la depreciación del dinero en el siglo XVI para las diversas clases de la sociedad versa A Compendious or Brief Examination of Certain Ordinary Complaints of Diverse of our Countrymen in these our Days, by W. S., Gentleman, Londres, 1851. La forma dialogada de esta obra hizo que durante mucho tiempo se le atribuyese a Shakespeare, bajo cuyo nombre se reeditó todavía en 1751. Su autor es William Stafford. En uno de los pasajes de la obra, el Caballero (Knight) razona así:
Caballero: "Vos, mi vecino, el labriego, y vos, señor tendero, y vos, maestro herrero, y como vos los demás artesanos, todos os defendéis a maravilla. No tenéis más que subir, a medida que las cosas encarecen, los precios de vuestras mercancías y actividades, cuando las revendáis. Pero nosotros no tenemos nada que vender para poder subir su precio y compensar así la carestía de las cosas que nos vemos obligados a compran." En otro pasaje, el Caballero pregunta al Doctor: "Os ruego me digáis qué grupos de gentes son esos a que os referís. Y, ante todo, cuáles, en vuestra opinión, no experimentarán con esto ninguna pérdida." –Doctor: "Me refiero a todos los que viven de comprar y vender, pues si compran caro, venden caro también." –Caballero: "¿Cuál es el segundo grupo que, según vos, sale ganancioso?" –Doctor: "Muy sencillo, el de todos aquellos que llevan en arriendo tierras o granjas para su cultivo pagando la renta antigua, pues si pagan en moneda antigua, venden en moneda nueva: es decir, que pagan por su tierra muy poco y venden caro lo que sacan de ella..." –Caballero: "¿Y cuál es, a vuestro juicio, el grupo que sale perdiendo más de lo que estos ganan?" –Doctor: "El de todos los nobles, caballeros (noblemen, gentlemen) y demás personas que viven de una renta fija o de un estipendio, que no trabajan (cultivan) ellos mismos sus tierras o no se dedican a comprar y vender."
47 En Francia, el régisseur, el encargado de administrar y cobrar los tributos adeudados al señor feudal durante la temprana Edad Media, se convierte pronto en un homme d'affaires que, a fuerza de chantages, estafas y otros recursos por el estilo, va trepando hasta escalar el rango de capitalista, A veces estos régisseurs eran también aristócratas. Un ejemplo: "Entrega esta cuenta el señor Jacques de Thoraisse, noble preboste de Besancon, el señor que en Dijon lleva las cuentas del señor Conde y Duque de Borgoña sobre las rentas adeudadas a dicho señorío desde el 25 de diciembre de 1359 hasta el 28 día de diciembre de l360." (Alexis Monteil, Traité de Matériaux manuscrits, etc., t. I, pp. 234 s.) Aquí vemos ya cómo en todas las esferas de la vida social es el intermediario quien se embolsa la mayor parte del botín. En la esfera económica, por ejemplo, son el financiero, el bolsista, los comerciantes. los tenderos, los que se quedan con la mejor parte: en los pleitos, se alza con la cosecha el abogado, en política, el diputado es más que sus electores, el ministro más que el soberano; en el mundo de la religión, Dios es relegado a segundo plano por los "profetas" y éstos, a su vez, por los sacerdotes, mediadores imprescindibles entre el buen pastor y sus ovejas. En Francia, lo mismo que en Inglaterra, los grandes dominios feudales estaban divididos en un sinnúmero de pequeñas explotaciones, pero en condiciones incomparablemente más perjudiciales para la población campesina. En el transcurso del siglo XIV surgieron las granjas, fermes o terriers. Su número iba incesantemente en aumento, y llegó a rebasar el de 100.000. Abonaban al señor una renta, en dinero o en especie, que oscilaba entre la 12ª o la 5ª parte de los frutos. Los terriers eran feudos, subfeudos, etc. (fiefs, arrière–fiefs), según el valor y extensión de los dominios, algunos de los cuales sólo medían unas cuantas arpents. Todos estos terriers poseían, en mayor o menor grado, jurisdicción propia sobre sus moradores; había cuatro grados de jurisdicción. Fácil es imaginarse cuánta sería la opresión del pueblo campesino bajo este sinnúmero de pequeños tiranos. Monteil dice que por aquel entonces funcionaban en Francia 160,000 tribunales de justicia, donde hoy bastan 4,000 (incluyendo los jueces de paz).
(*) El Capital, tomo I, Karl Marx- CAPITULO XXIV LA LLAMADA ACUMULACION ORIGINARIA
Fuente: http://aristobulo.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2008/10/marx-karl-el-capital-tomo-i1.pdf
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La expropiación y el desahucio de la población campesina, realizados por ráfagas y constantemente renovados, hacía afluir a la industria de las ciudades, como hemos visto, masas cada vez más numerosas de proletarios desligados en absoluto del régimen feudal, sabia circunstancia que hace creer al viejo A. Anderson (autor a quien no debe confundirse con James Anderson), en su Historia del Comercio, en una intervención directa de la providencia. Hemos de detenernos unos instantes a analizar este elemento de la acumulación originaria. Al enrarecimiento de la población rural independiente que trabaja sus propias tierras no sólo corresponde una condensación del proletariado industrial, como al enrarecimiento de la materia del universo en unos sitios, corresponde, según Geoffroy Saint–Hilaire,48 su condensación en otros. A pesar de haber disminuido el número de brazos que la cultivaban, la tierra seguía dando el mismo producto o aún más, pues la revolución operada en el régimen de la propiedad inmueble lleva aparejados métodos más perfeccionados de cultivo, una mayor cooperación, la concentración de los medios de producción, etc., y los jornaleros del campo no sólo son explotados más intensivamente,49 sino que, además, va reduciéndose en proporciones cada vez mayores el campo de producción en que trabajan para ellos mismos. Con la parte de la población rural que queda disponible quedan también disponibles, por tanto, sus antiguos medios de subsistencia, que ahora se convierten en elemento material del capital variable. El campesino lanzado al arroyo, si quiere vivir, tiene que comprar el valor de sus medios de vida a su nuevo señor, el capitalista industrial, en forma de salario. Y lo que ocurre con los medios de vida, ocurre también con las primeras materias agrícolas suministradas a la industria de producción local. Estas se convierten en elemento del capital constante.
Tomemos, por ejemplo, a los campesinos de Westfalia, que en tiempos de Federico II, aunque no seda, hilaban todos lino, y una parte de los cuales fueron expropiados violentamente y arrojados de sus tierras, mientras los restantes se convertían en jornaleros de los grandes arrendatarios. Simultáneamente, surgen grandes fábricas de hilados de lino y de tejidos, en las que entran a trabajar por un jornal los brazos que han quedado "disponibles". El lino sigue siendo el mismo de antes. No ha cambiado en él ni una sola fibra, y, sin embargo, en su cuerpo se alberga ahora un alma social nueva, pues este lino forma parte del capital constante del dueño de la manufactura. Antes, se distribuía entre un sinnúmero de pequeños productores, que lo cultivaban por sí mismos y lo hilaban en pequeñas cantidades, con sus familias; ahora, se concentra en manos de un solo capitalista, que hace que otros hilen y tejan para él. Antes, el trabajo extraordinario que se rendía en el taller de hilado se traducía en un ingreso extraordinario para innumerables familias campesinas, o también, bajo Federico II, en impuestos pour le rol de Prusse. Ahora, se traduce en ganancia para un puñado de capitalistas. Los husos y los telares, que antes se distribuían por toda la comarca, se aglomeran ahora, con los obreros y la materia prima, en unos cuantos caserones grandes, que son como cuarteles del trabajo. Y de medios de vida independiente para hilanderos y tejedores, los husos, los telares y la materia prima se convierten en medios para someterlos al mando de otro50 y para arrancarles trabajo no retribuido. Ni en las grandes manufacturas ni en las grandes granjas hay ningún signo exterior que indique que en ellas se reunen muchos pequeños hogares de producción y que deben su origen a la expropiación de muchos pequeños productores independientes. Sin embargo, el ojo imparcial no se deja engañar tan fácilmente. En tiempo de Mirabeau, el terrible revolucionario, las grandes manufacturas se llamaban todavía manufactures réunies, talleres reunidos, como decimos de las tierras cuando se juntan. "Sólo se ven –dice Mirabeau– esas grandes manufacturas, en las que trabajan cientos de hombres bajo las órdenes de un director y que se denominan generalmente manufacturas reunidas (manufactures réunies). En cambio, aquellas en las que trabajan diseminados, cada cual por su cuenta, gran número de obreros, pasan casi inadvertidas.
Se las relega a último término. Y esto es un error muy grande, pues son éstas las que forman la parte realmente más importante de la riqueza nacional... La fábrica reunida (fabrique réunie) enriquecerá fabulosamente a uno o dos empresarios, pero los obreros que en ella trabajan no son más que jornaleros mejor o peor pagados, que en nada participan del bienestar del fabricante. En cambio, en las fábricas separadas (fabriques séparées) nadie se enriquece, pero gozan de bienestar multitud de obreros... El número de los obreros activos y económicos crecerá, porque ven en la vida ordenada y en el trabajo un medio de mejorar notablemente su situación, en vez de obtener una pequeña mejora de jornal, que jamás decidirá del porvenir y que, a lo sumo, permite al obrero vivir un poco mejor, pero siempre al día. Las manufacturas separadas e individuales, combinadas casi siempre con un poco de labranza, son las más líbres.51 La expropiación y el desahucio de una parte de la población rural, so sólo deja a los obreros sus medios de vida y sus materiales de trabajo disponible para que el capital industrial los utilice, sino que además crea el mercado interior.
En efecto, el movimiento que convierte a los pequeños labradores en obreros asalariados y a sus medios de vida y de trabajo en elementos materiales del capital, crea a éste, paralelamente, su mercado interior. Antes, la familia campesina producía y elaboraba los medios de vida y las materias primas, que luego eran consumidas, en su mayor parte, por ella misma. Pues bien, estas materias primas y estos medios de vida se convierten ahora en mercancías, vendidas por los grandes arrendatarios, que encuentran su mercado en las manufacturas. El hilo, el lienzo, los artículos bastos de lana, objetos todos de cuya materia prima disponía cualquier familia campesina y que ella hilaba y tejía para su uso, se convierten ahora en artículos manufacturados, que tienen su mercado precisamente en los distritos rurales. La numerosa clientela diseminada y controlada hasta aquí por una muchedumbre de pequeños productores que trabajan por cuenta propia se concentra ahora en un gran mercado atendido por el capital industrial. 52 De este modo, a la par con la expropiación de los antiguos labradores independientes y su divorcio de los medios de producción, avanza la destrucción de las industrias rurales secundarias, el proceso de diferenciación de la industria y la agricultura. Sólo la destrucción de la industria doméstica rural puede dar al mercado interior de un país las proporciones y la firmeza que necesita el régimen capitalista de producción.
Sin embargo, el verdadero período manufacturero no aporta, en realidad, ninguna transformación radical. Recuérdese que la manufactura sólo invade la producción nacional de un modo fragmentario y siempre sobre el vasto panorama del artesanado urbano y de la industria secundaria doméstico–rural. Aunque elimine a ésta bajo ciertas formas, en determinadas ramas industriales y en algunos puntos, vuelve a ponerla en pie en otros en que ya estaba destruida, pues necesita de ella para transformar la materia prima hasta cierto grado de elaboración. La manufactura hace brotar, por tanto, una nueva clase de pequeños campesinos que sólo se dedican a la agricultura como empleo secundario, explotando como oficio preferente un trabajo industrial, para vender su producto a la manufactura, ya sea directamente o por mediación de un comerciante. He aquí una de las causas, aunque no la fundamental, de un fenómeno que al principio desorienta a quien estudia la historia de Inglaterra. Desde el último tercio del siglo XV, se escuchan en ella quejas constantes, interrumpidas sólo a intervalos, sobre los progresos del capitalismo en la agricultura y la destrucción progresiva de la clase campesina. Por otra parte, esta clase campesina reaparece constantemente, aunque en número más reducido y en situación cada vez peor.53
La razón principal de esto está en que en Inglaterra tan pronto predomina la producción de trigo como la ganadería, según los períodos, y con el tipo de producción oscila el volumen de las industrias rurales. Sólo la gran industria aporta, con la maquinaria, la base constante de la agricultura capitalista, expropia radicalmente a la inmensa mayoría de la población del campo y remata el divorcio entre la agricultura y la industria doméstico–rural, cuyas raíces –la industria de hilados y tejidos– arranca.54 Sólo ella conquista, por tanto, el capital industrial que necesita,55 el mercado interior íntegro.
Notas al pie
48 En sus "otions de Philosophie "aturelle, París, 1838.
49 Punto éste en el que insiste Sir James Steuart.
50 "Os concederé –dice el capitalista– el honor de servirme, a condición de que me indemnicéis, entregándome lo poco que os queda, el sacrificio que hago al mandar sobre vosotros." (J. J. Rousseau, Discours sur l´Economie Politique [Ginebra, 1760, p. 70].)
51 Mirabeau, De la Monarchie Prusienne, t. III, pp. 20–109 ss. El hecho de que Mirabeau considere también a los talleres diseminados como más rentables y productivos que los "reunidos", no viendo en éstos más que plantas de estufa sostenidas artificialmente con la ayuda del estado, se explica por la situación en que entonces se encontraban una gran parte de las manufacturas del continente;
52 "Veinte libras de lana convertidas insensiblemente en vestidos para el uso de un año de una familia obrera, elaboradas por ella misma en el tiempo que los trabajos le dejan libre, no es para causar asombro. Pero llevad la lana al mercado, enviadla a la fábrica, luego al corredor, enseguida al comerciante, y tendréis grandes operaciones comerciales y un capital nominal invertido en una cuantía que representa veinte partes de su valor... Así se explota a la clase obrera, para mantener en pie una población fabril depauperada, una clase parasitaria de fabricantes y un sistema ficticio de comercio, de dinero y de finanzas." (David Urquhart, Familiar Words, p. 120.)
53 Con la única excepción de la época de Cromwell. Mientras duró la república, la masa del pueblo inglés salió, en todas sus capas, de la degradación en que se había hundido bajo los Tudor.
54 Tuckett afirma que la gran industria lanera brota de las verdaderas manufacturas y de la destrucción de la manufactura rural o casera, con la introducción de la maquinaria. (Tuckett, A History, etc., t. I pp. 139–143 y 144.) "El arado y el yugo fueron invención de dioses y ocupación de héroes: ¿acaso la lanzadera, el huso y el telar tienen un origen menos noble? Si separáis la rueca y el arado, el huso y el yugo, ¿qué obtenéis? Fábricas y asilos, crédito y pánicos, dos naciones enemigas, la agrícola y la comercial." (David Urquhart, Familiar Words, p. 122.) Pero he aquí que viene Carey y acusa a Inglaterra, seguramente con razón, de querer convertir a todos los demás países en simples pueblos de agricultores, reservándose ella el papel de fabricante. Y afirma que de este modo se arruinó a Turquía, pues "a los poseedores y cultivadores de la tierra no se les consentía jamás (por Inglaterra) fortalecerse mediante la alianza natural entre el arado y el telar, entre el martillo y la grada". (The Slave Trade, p. 125.) Según él, el propio Urquhart fue uno de los principales responsables de la ruina de Turquía, donde, en interés de Inglaterra, propagó el librecambio. Lo mejor del caso es que Carey –que, dicho sea de paso, es un gran lacayo de los rusos–, pretende impedir por medio del proteccionismo ese proceso de diferenciación que el proteccionismo no hace más que acelerar.
55 Los economistas filantrópicos ingleses, como Mill, Rogers, Goldwin, Smith, Fawcett, etc., y los fabricantes liberales, como John Bright y consortes, preguntan a los aristócratas rurales ingleses, como Dios a Caín por su hermano Abel: ¿Qué se ha hecho de nuestros miles de propietarios libres (free holders)? Pero, ¿de dónde habéis salido vosotros? De la aniquilación de esos free holders. ¿Por qué no preguntáis qué se ha hecho, de los tejedores, los hilanderos y los artesanos independientes?
(*) El Capital, tomo I, Karl Marx. CAPITULO XXIV LA LLAMADA ACUMULACION ORIGINARIA
Fuente: http://aristobulo.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2008/10/marx-karl-el-capital-tomo-i1.pdf
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Génesis del capitalista industrial (*)
La génesis del capitalista industrial56 no se desarrolla de un modo tan lento y paulatino como la del arrendatario. Es indudable que ciertos pequeños maestros artesanos, y, todavía más, ciertos pequeños artesanos independientes, e incluso obreros asalariados, se convirtieron en pequeños capitalistas, y luego, poco a poco, mediante la explotación del trabajo asalariado en una escala cada vez mayor y la acumulación consiguiente, en capitalistas sans phrase. En el período de infancia de la producción capitalista, ocurría no pocas veces lo que en los años de infancia de las ciudades medievales, en que el problema de saber cuál de los siervos huidos llegaría a ser el amo y cuál el criado se dirimía las más de las veces por el orden de fechas en que se escapaban. Sin embargo, la lentitud de este método no respondía en modo alguno a las exigencias comerciales del nuevo mercado mundial, creado por los grandes descubrimientos de fines del siglo XV. Pero la Edad Media había legado dos formas distintas de capital, que alcanzan su sazón en los más diversos tipos económicos de sociedad y que antes de llegar la era de la producción capitalista son consideradas como el capital por antonomasia: el capital usuario y el capital comercial. "En la actualidad, toda la riqueza de la sociedad se concentra primeramente en manos del capitalista... Este paga la renta al terrateniente, el salario al obrero y los impuestos y tributos al recaudador de contribuciones, quedándose para sí con una parte grande, que en realidad es la mayor y que, además, tiende a crecer diariamente, del producto anual del trabajo. Ahora, el capitalista puede ser considerado como el que se apropia de primera mano toda la riqueza social, aunque ninguna ley le haya transferido este derecho de apropiación... Este cambio de propiedad debe su origen al cobro de intereses por el capital... y es harto curioso que los legisladores de toda Europa hayan querido evitar esto con leyes contra la usura... El poder del capitalista sobre la riqueza toda del país es una completa revolución en el derecho de propiedad, y ¿qué ley o qué serie de leyes la originó?"57 Mejor habría sido decir que las revoluciones no se hacen con leyes.
El régimen feudal, en el campo, y en la ciudad el régimen gremial, impedían al dinero capitalizado en la usura y en el comercio convertirse en capital industrial. 58 Estas barreras desaparecieron con el licenciamiento de las huestes feudales y con la expropiación y desahucio parciales de la población campesina. Las nuevas manufacturas habían sido construidas en los puertos marítimos de exportación o en lugares del campo alejados del control de las antiguas ciudades y de su régimen gremial. De aquí la lucha rabiosa entablada en Inglaterra entre los corporate towns (140) y los nuevos viveros industriales.
El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos procesos idílicos representan otros tantos factores fundamentales en el movimiento de la acumulación originaria. Tras ellos, pisando sus huellas, viene la guerra comercial de las naciones europeas, cuyo escenario fue el planeta entero. Rompe el fuego con el alzamiento de los Países Bajos, sacudiendo el yugo de la dominación española, cobra proporciones gigantescas en Inglaterra con la guerra antijacobina, sigue ventilándose en China, en las guerras del opio, etcétera.
Las diversas etapas de la acumulación originaria tienen su centro, por un orden cronológico más o menos preciso, en España, Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra. Es aquí, en Inglaterra, donde a fines del siglo XVII se resumen y sintetizan sistemáticamente en el sistema colonial, el sistema de la deuda pública, el moderno sistema tributario y el sistema proteccionista. En parte, estos métodos se basan, como ocurre con el sistema colonial, en la más avasalladora de las fuerzas.
Pero todos ellos se valen del poder del estado, de la fuerza concentrada y organizada de la sociedad, para acelerar a pasos agigantados el proceso de transformación del régimen feudal de producción en el régimen capitalista y acortar los intervalos.
La violencia es la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva. Es, por sí misma, una potencia económica.
Del sistema colonial cristiano dice un hombre, que hace del cristianismo su profesión, W. Howitt: "Los actos de barbarie y de desalmada crueldad cometidos por las razas que se llaman cristianas contra todas las religiones y todos los pueblos del orbe que pudieron sugyugar, no encuentran precedente en ninguna época de la historia universal ni en ninguna raza, por salvaje e inculta, por despiadada y cínica que ella sea."59 La historia del régimen coloníal holandés –Y téngase en cuenta que Holanda era la nación capitalista modelo del siglo XVIII– "hace desfilar ante nosotros un cuadro insuperable de traiciones, cohechos, asesinatos e infamias."60 Nada más elocuente que el sistema de robo de hombres aplicado en la isla de Célebes, para obtener esclavos con destino a Java. Los ladrones de hombres eran convenientemente amaestrados. Los agentes principales de este trato eran el ladrón, el intérprete y el vendedor; los príncipes nativos, los vendedores principales.
A los muchachos robados se les escondía en las prisiones secretas de Célebes, hasta que estuviesen ya maduros para ser embarcados con un cargamento de esclavos. En un informe oficial leemos: "Esta ciudad de Makassar, por ejemplo, está llena de prisiones secretas, a cual más espantosa, abarrotadas de infelices, víctimas de la codicia y la tiranía, cargados de cadenas, arrancados violentamente a sus familias." Para apoderarse de Malaca, los holandeses sobornaron al gobernador portugués. Este les abrió las puertas de la ciudad en 1641. Los invasores corrieron enseguida a su palacio y le asesinaron, para de este modo poder "renunciar" al pago de la suma convenida por el servicio, que eran 21,875 libras esterlinas. A todas partes les seguía la devastación y la despoblación. Banjuwangi, provincia de Java, que en 1750 contaba más de 80.000 habitantes, había quedado reducida en 1811 a 8.000. He ahí cómo se las gasta el doux commerce.(141)
Como es sabido, la Compañía inglesa de las Indias Orientales obtuvo, además del gobierno de estas Indias, el monopolio del comercio de té y del comercio chino en general, así como el transporte de mercancías de Europa a la China y viceversa. Pero sobre la navegación costera de la India y entre las islas, y sobre el comercio interior de la India se apropiaron el monopolio los altos funcionarios de la Compañía. Los monopolios de la sal, del opio, del bétel y otras mercancías eran filones inagotables de riqueza. Los mismos funcionarios fijaban los precios a su antojo y esquilmaban como les daba la gana al infeliz indio. El gobernador general de las Indias llevaba participación en este comercio privado. Sus favoritos obtenían contratos en condiciones que les permitían, más listos que los alquimistas, hacer de la nada oro. En un solo día brotaban como los hongos grandes fortunas, y la acumulación originaria avanzaba viento en popa sin desembolsar ni un chelín. En las actas judiciales del Warren Hastings6l abundan los ejemplos de esto. He aquí uno. Un tal Sullivan obtiene un contrato de opio cuando se dispone a trasladarse –en función de servicio– a una región de la India muy alejada de los distritos opieros.
Sullivan vende su contrato por 40,000 libras esterlinas a un tal Binn, que lo revende el mismo día por 60,000, y el último comprador y ejecutor del contrato declara que obtuvo todavía una ganancia fabulosa. Según una lista sometida al parlamento, la Compañía y sus funcionarios se hicieron regalar por los indios, desde 1757 a 1766, ¡6 rnillones de libras esterlinas! entre 1769 y 1770, los ingleses fabricaron allí una epidemia de hambre, acaparando todo el arroz y negándose a venderlo si no les pagaban precios fabulosos.62
En las plantaciones destinadas exclusivamente al comercio de exportación, como en las Indias Occidentales, y en los países ricos y densamente poblados, entregados al pillaje y a la matanza, como México y las Indias Orientales, era, naturalmente, donde el trato dado a los indígenas revestía las formas más crueles. Pero tampoco en las verdaderas colonias se desmentía el carácter cristiano de la acumulación originaria. Aquellos hombres, virtuosos intachables del protestantismo, los puritanos de la Nueva Inglaterra, otorgaron en 1703, por acuerdo de su Assembly, un premio de 40 libras esterlinas por cada escalpo de indio y por cada piel roja apresado; en 1720, el premio era de 100 libras por escalpo; en 1744, después de declarar en rebeldía a la rama de Massachusetts–Bay, los premios eran los siguientes: por los escalpos de varón, desde doce años para arriba, 100 libras esterlinas de nuevo cuño; por cada hombre apresado, 105 libras; por cada mujer y cada niño, 55 libras; ¡por cada escalpo de mujer o niño, 50 libras! Algunos decenios más tarde, el sistema colonial inglés había de vengarse en los descendientes rebeldes de los devotos pilgrim fathers (142), que cayeron tomahawkeados (143) bajo la dirección y a sueldo de Inglaterra. El parlamento británico declaró que la caza de hombres y el escalpar eran "recursos que Dios y la naturaleza habían puesto en sus manos".
Bajo el sistema colonial, prosperaban como planta en estufa el comercio y la navegación. Las "Sociedades Monopolia" (Lutero) eran poderosas palancas de concentración de capitales. Las colonias brindaban a las nuevas manufacturas que brotaban por todas partes mercado para sus productos y una acumulación de capital intensificada gracias al régimen de monopolio. El botín conquistado fuera de Europa mediante el saqueo descarado, la esclavización y la matanza, refluía a la metrópoli para convertirse aquí en capital. Holanda, primer país en que se desarrolló plenamente el sistema colonial, había llegado ya en 1648 al apogeo de su grandeza mercantil. Se hallaba "en posesión casi exclusiva del comercio de las Indias Orientales y del tráfico entre el suroeste y el nordeste de Europa, Sus pesquerías, su marina, sus manufacturas, sobrepujaban a los de todos los demás países. Los capitales de esta república superaban tal vez a los del resto de Europa juntos". Gülich se olvida de añadir que la masa del pueblo holandés se hallaba ya en 1648 más agotada por el trabajo, más empobrecida y más brutalmente oprimida que la del resto de Europa.
Hoy, la supremacía industrial lleva consigo la supremacía comercial. En el verdadero período manufacturero sucedía lo contrario: era la supremacía comercial la que daba el predominio en el campo de la industria. De aquí el papel predominante que en aquellos tiempos desempeñaba el sistema colonial. Era el "dios extranjero" que venía a entronizarse en el altar junto a los viejos ídolos de Europa y que un buen día los echaría a todos a rodar de un empellón. Este dios proclamaba la acumulación de plusvalía como el fin último y único de la humanidad.
El sistema del crédito público, es decir, de la deuda del estado, cuyos orígenes descubríamos ya en Génova y en Venecia en la Edad Media, se adueñó de toda Europa durante el período manufacturero. El sistema colonial, con su comercio marítimo y sus guerras comerciales, le sirvió de acicate. Por eso fue Holanda el primer país en que arraigó. La deuda pública, o sea, la enajenación del Estado –absoluto, constitucional o republicano–, imprime su sello a la era capitalista. La única parte de la llamada riqueza nacional que entra real y verdaderamente en posesión colectiva de los pueblos modernos es... la deuda pública.63 Por eso es perfectamente consecuente esa teoría moderna, según la cual un pueblo es tanto más rico cuanto más se carga de deudas. El crédito público se convierte en credo del capitalista. Y al surgir las deudas del estado, el pecado contra el Espíritu Santo, para el que no hay remisión, cede el puesto al perjurio contra la deuda pública.
La deuda pública se convierte en una de las más poderosas palancas de la acumulación originaria. Es como una varita mágica que infunde virtud procreadora al dinero improductivo y lo convierte en capital sin exponerlo a los riesgos ni al esfuerzo que siempre lleva consigo la inversión industrial e incluso la usuraria. En realidad, los acreedores del estado no entregan nada, pues la suma prestada se convierte en títulos de la deuda pública, fácilmente negociables, que siguen desempeñando en sus manos el mismísimo papel del dinero. Pero, aun prescindiendo de la clase de rentistas ociosos que así se crea y de la riqueza improvisada que va a parar al regazo de los financieros que actúan de mediadores entre el gobierno y el país –así como de la riqueza regalada a los rematantes de impuestos, comerciantes y fabricantes particulares, a cuyos bolsillos afluye una buena parte de los empréstitos del estado, como un capital llovido del cielo–, la deuda pública ha venido a dar impulso tanto a las sociedades anónimas, al tráfico de efectos negociables de todo género como al agio; en una palabra, a la lotería de la bolsa y a la moderna bancocracia.
Desde el momento mismo de nacer, los grandes bancos, adornados con títulos nacionales, no fueron nunca más que sociedades de especuladores privados que cooperaban con los gobiernos y que, gracias a los privilegios que éstos les otorgaban, estaban en condiciones de adelantarles dinero. Por eso, la acumulación de la deuda pública no tiene barómetro más infalible que el alza progresiva de las acciones de estos bancos, cuyo pleno desarrollo data de la fundación del Banco de Inglaterra (en 1694). El Banco de Inglaterra comenzó prestando su dinero al gobierno a un 8 por 100 de interés; al mismo tiempo, quedaba autorizado por el parlamento para acuñar dinero del mismo capital, volviendo a prestarlo al público en forma de billetes de banco. Con estos billetes podía descontar letras, abrir créditos sobre mercancías y comprar metales preciosos. No transcurrió mucho tiempo antes de que este mismo dinero fiduciario fabricado por él le sirviese de moneda para saldar los empréstitos, hechos al estado y para pagar por cuenta de éste, los intereses de la deuda pública. No contento con dar con una mano para recibir con la otra más de lo que daba, seguía siendo, a pesar de lo que se embolsaba, acreedor perpetuo de la nación hasta el último céntimo entregado. Poco a poco, fue convirtiéndose en depositario insustituible de los tesoros metálicos del país y en centro de gravitación de todo el crédito comercial. Por los años en que Inglaterra dejaba de quemar brujas, comenzaba a colgar falsificadores de billetes de banco. Qué impresión producía a las gentes de la época la súbita aparición de este monstruo de bancócratas, financieros, rentistas, corredores, agentes y lobos de bolsa, lo atestiguan las obras de aquellos años, como por ejemplo las de Bolingbroke.64
Con la deuda pública, surgió un sistema internacional de crédito, detrás del cual se esconde con frecuencia, en tal o cual pueblo, una de las fuentes de la acumulación originaria. Así, por ejemplo, las infamias del sistema de rapiña seguido en Venecia constituyen una de esas bases ocultas de la riqueza capitalista de Holanda, a quien la Venecia decadente prestaba grandes sumas de dinero. Otro tanto acontece entre Holanda e Inglaterra. Ya a comienzos del siglo XVIII, las manufacturas holandesas se habían quedado muy atrás y este país había perdido la supremacía comercial e industrial. Desde 1701 hasta 1776, uno de sus negocios principales consiste en prestar capitales gigantescos, sobre todo a su poderoso competidor: a Inglaterra. Es lo mismo que hoy ocurre entre Inglaterra y los Estados Unidos. Muchos de los capitales que hoy comparecen en Norteamérica sin cédula de origen son sangre infantil recién capitalizada en Inglaterra.
Como la deuda pública tiene que ser respaldada por los ingresos del Estado, que han de cubrir los intereses y demás pagos anuales, el sistema de los empréstitos públicos tenía que tener forzosamente su complemento en el moderno sistema tributario. Los empréstitos permiten a los gobiernos hacer frente a gastos extraordinarios sin que el contribuyente se dé cuenta de momento, pero provocan, a la larga, un recargo en los tributos. A su vez, el recargo de impuestos que trae consigo la acumulación de las deudas contraídas sucesivamente obliga al gobierno a emitir nuevos empréstitos, en cuanto se presentan nuevos gastos extraordinarios. El sistema fiscal moderno, que gira todo él en torno a los impuestos sobre los artículos de primera necesidad (y por tanto a su encarecimiento) lleva en sí mismo, como se ve, el resorte propulsor de su progresión automática.
El encarecimiento excesivo de los artículos no es un episodio pasajero, sino más bien un principio. Por eso en Holanda, primer país en que se puso en práctica este sistema, el gran patriota De Witt lo ensalza en sus Máximas como el mejor sistema imaginable para hacer al obrero sumiso, frugal, aplicado y... agobiado de trabajo. Pero, aquí no nos interesan tanto los efectos aniquiladores de este sistema en cuanto a la situación de los obreros asalariados como la expropiación violenta que supone para el campesino, el artesano, en una palabra, para todos los sectores de la pequeña clase media.
Acerca de esto no hay discrepancia, ni siquiera entre los economistas burgueses. Y a reforzar la eficacia expropiadora de este mecanismo, por sí aún fuese poca, contribuye el sistema proteccionista, que es una de las piezas que lo integran. La parte tan considerable que toca a la deuda pública y al sistema fiscal correspondiente en la capitalización de la riqueza y en la expropiación de las masas, ha hecho que multitud de autores, como Cobbet, Doubleday y otros, busquen aquí, sin razón, la causa principal de la miseria de los pueblos modernos.
El sistema proteccionista fue un medio artificial para fabricar fabricantes, expropiar a obreros independientes, capitalizar los medios de producción y de vida de la nación y abreviar el tránsito del antiguo al moderno régimen de producción. Los estados europeos se disputaron la patente de este invento y, una vez puestos al servicio de los acumuladores de plusvalía, abrumaron a su propio pueblo y a los extraños, para conseguir aquella finalidad, con la carga indirecta de los aranceles protectores, con el fardo directo de las primas de exportación, etc. En los países secundarios sometidos a otros se exterminó violentamente toda la industria, como hizo por ejemplo Inglaterra con las manufacturas laneras en Irlanda. En el continente europeo, vino a simplificar notablemente este proceso el precedente de Colbert. Aquí, una parte del capital originario de los industriales sale directamente del erario público. ¿Para qué –exclama Mirabeau– ir a buscar tan lejos la causa del esplendor manufacturero de Sajonia antes de la guerra de los Siete años? ¡180 millones de deudas contraídas por los soberanos!65
El sistema colonial, la deuda pública, la montaña de impuestos, el proteccionismo, las guerras comerciales, etc., todos estos vástagos del verdadero período manufacturero se desarrollaron en proporciones gigantescas durante los años de infancia de la gran industria. El nacimiento de esta potencia es festejado con la gran cruzada heródica del rapto de niños.
Las fábricas reclutan su personal, como la Marina real, por medio de la prensa. Sir F. M. Eden, al que tanto enorgullecen las atrocidades de la campaña librada desde el último tercio del siglo XV hasta su época, fines del siglo XVIII, para expropiar de sus tierras a la población del campo, que tanto se complace en ensalzar este proceso histórico como un proceso "necesario" para abrir paso a la agricultura capitalista e "instaurar la proporción justa entre la agricultura y la ganadería", no acredita la misma perspicacia económica cuando se trata de reconocer la necesidad del robo de niños y de la esclavitud infantil para abrir paso a la transformación de la manufactura en industria fabril e instaurar la proporción justa entre el capital y la mano de obra. "Merece tal vez la pena –dice este autor– que el público se pare a pensar si una manufactura cualquiera que, para poder trabajar prósperamente, necesita saquear cottages y asilos buscando los niños pobres para luego, haciendo desfilar a un tropel tras otro, martirizarlos y robarles el descanso durante la mayor parte de la noche; una manufactura que, además, mezcla y revuelve a montones personas de ambos sexos, de diversas edades e inclinaciones, en tal mescolanza que el contagio del ejemplo tiene forzosamente que conducir a la depravación y al libertinaje; si esta manufactura, decimos, puede enriquecer en algo la suma del bienestar nacional e individual.66 "En Derbyshire, Nottinghamshire y sobre todo en Lancashire –dice Fielden– la maquinaria recién inventada fue empleada en grandes fábricas, construidas junto a ríos capaces de mover la rueda hidráulica. En estos centros, lejos de las ciudades, se necesitaron de pronto miles de brazos. Lancashire sobre todo, que hasta entonces había sido una ciudad relativamente poco poblada e improductiva, atrajo hacía sí una enorme población. Se requisaban principalmente las manos de dedos finos y ligeros.
Inmediatamente, se impuso la costumbre de traer aprendices (!) de los diferentes asilos parroquiales de Londres, Birmingham. y otros sitios. Así fueron expedidos al norte miles y miles de criaturitas impotentes, desde los siete hasta los trece o los catorce años. Los patronos (es decir, los ladrones de niños), solían vestir y dar de comer a sus víctimas, alojándolos en las "casas de aprendices", cerca de la fábrica. Se nombraban vigilantes, encargados de fiscalizar el trabajo de los muchachos. Estos capataces de esclavos estaban interesados en que los aprendices se matasen trabajando, pues su sueldo era proporcional a la cantidad de producto que a los niños se les arrancaba. El efecto lógico de esto era una crueldad espantosa... En muchos distritos fabriles, sobre todo en Lancashire, estas criaturas inocentes y desgraciadas, consignadas al fabricante, eran sometidas a las más horribles torturas, Se les mataba trabajando..., se les azotaba, se les cargaba de cadenas y se les atormentaba con los más escogidos refinamientos de crueldad; en muchas fábricas, andaban muertos de hambre y se les hacía trabajar a latigazos... En algunos casos, se les impulsaba hasta al suicidio... Aquellos hermosos y románticos valles de Derbyshire, Nottinghamshire y Lancashire, ocultos a las miradas de la publicidad, se convirtieron en páramos infernales de tortura, y no pocas veces de matanza... Las ganancias de los fabricantes eran enormes. Pero no hacían más que afilar sus dientes de ogro. Se implantó la práctica del "trabajo nocturno"; es decir, que después de tullir trabajando durante todo el día a un grupo de obreros, se aprovechaba la noche para baldar a otro; el grupo de día caía rendido sobre las camas calientes todavía de los cuerpos del grupo de noche, y viceversa. En Lancashire hay un dicho popular, según el cual las camas no se enfrían nunca.67
Con los progresos de la producción capitalista durante el período manufacturero, la opinión pública de Europa perdió los últimos vestigios de pudor y de conciencia que aún le quedaban. Los diversos países se jactaban cínicamente de todas las infamias que podían servir de medios de acumulación de capital. Basta leer, por ejemplo, los ingenuos Anales del Comercio, del intachable A. Anderson. En ellos se proclama a los cuatro vientos, como un triunfo de la sabiduría política de Inglaterra, que, en la paz de Utrecht, este país arrancó a los españoles, por el tratado de asiento, el privilegio de poder explotar también entre Africa y la América española la trata de negros, que hasta entonces sólo podía explotar entre Africa y las Indias Occidentales inglesas. Inglaterra obtuvo el privilegio de suministrar a la América española, hasta 1743, 4,800 negros al año. Este comercio servía, a la vez, de pabellón oficial para cubrir el contrabando británico. Liverpool se engrandeció gracias al comercio de esclavos. Este comercio era su método de acumulación originaria. Y todavía es hoy el día en que los "honrados" liverpoolenses cantan como Píndaro a la trata de esclavos –véase la citada obra del Dr. Aikin, publicada en 1795–, que "exalta hasta la pasión el espíritu comercial y emprendedor, produce famosos navegantes y arroja enormes beneficios". En 1730, Liverpool dedicaba 15 barcos al comercio de esclavos; en 1751 eran ya 53; en 1760, 74; en 1770, 96, y en 1792, 132.
A la par que implantaba en Inglaterra la esclavitud infantil, la industria algodonera servía de acicate para convertir el régimen más o menos patriarcal de esclavitud de los Estados Unidos en un sistema comercial de explotación. En general, la esclavitud encubierta de los obreros asalariados en Europa exigía, como pedestal, la esclavitud sans phrase (144) en el Nuevo Mundo.68
Tantae molis erat (145) para dar rienda suelta a las "leyes naturales y eternas" del régimen de producción capitalista, para consumar el proceso de divorcio entre los obreros y las condiciones de trabajo, para transformar en uno de los polos, los medios sociales de producción y de vida en capital, y en el polo contrario la masa del pueblo en obreros asalariados, en "pobres trabajadores" y libres, este producto artificial de la historia moderna.69 Si el dinero, según Augier,70 "nace con manchas naturales de sangre en un carrillo", el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies a la cabeza.71
Notas al pie
56 La palabra industrial se emplea aquí por oposición a agrícola. En un sentido "categórico", el arrendatario es tan capitalista industrial como el fabricante.
67 The "atural and Artificial Rights of Property Contrasted, Londres, 1832, pp. 98 y 99. El autor de esta obra anónima es Th. Hodgskin.
58 Todavía en 1794, los pequeños fabricantes de paños de Leeds enviaron una diputación al parlamento solicitando una ley que prohibiese a todos los comerciantes convertirse en fabricantes. (Dr. Aikin, Description, etc.)
59 William Howitt, Colonization and Christianity. A Popular History of the Treatmen of the "atives by the Europeans in all their Colonies, Londres, 1838, p. 9. Acerca del trato dado a los esclavos, puede verse una buena compilación en Charles Comte, Traité de la Legislation, 3* ed., Bruselas, 1837. Conviene estudiar en detalle estos asuntos, para ver en qué es capaz de convertirse el burgués y en qué convierte a sus obreros, allí donde le dejan moldear el mundo libremente a su imagen y semejanza.
60 Thomas Stamford Raffles, más tarde Governor of Java, Java and its dependencies, Londres, 1817.
61 Departamento colonial inglés. (Ed.)
62 En el año 1866 murieron de hambre en una sola provincia, en Orissa, más de un millón de indios. Y todavía se procuraba enriquecer al erario con los precios a que se les vendían víveres a los hambrientos.
63 William Cobbett observa que en Inglaterra todos los establecimientos públicos se denominan "reales". En justa compensación, tenemos la deuda "nacional" (national debt).
64 "Si los tártaros invadiesen hoy Europa, resultaría difícil hacerles comprender lo que es entre nosotros un financiero." Montesquieu, Esprit des lois, t. IV, p. 33, ed., Londres, 1767.
65 "Pourquoi aller chercher si loin la cause de l'éclat manufacturier de la Saxe avant la guerre? Cent quatre–vingt millions de dettes faîtes par les souverains!" Mirabeau, De la Monarchie Prusienne, t. VI, p. 101.
66 Eden, The State of the Poor, t. II, cap. I. pp, 420, 421 y 422.
67 John Fielden, The Curse of the factory System, pp. 5 y 6. Sobre las infamias cometidas en sus orígenes por el sistema fabril, véase doctor Aikin 1795), Description of the Country from 30 to 40 miles around Manchester, p. 219, y Gisborne, Enquiry into duties of men, 1795, t. II. Como la máquina de vapor retiró a las fábricas de la orilla de los ríos, trayéndolas del campo al centro de la ciudad, el forjador de plusvalía, siempre dispuesto a "sacrificarse", no necesitaba ya que le expidiesen los esclavos a la fuerza de los asilos, pues tenía el material infantil más a mano. Cuando Sir R. Peel (padre del "ministro de la plausibilidad") presentó en 1815 su ley de protección de la infancia, F. Horner (lumen del Bullion–Comité e íntimo amigo de Ricardo) declaró, en la Cámara de los Comunes: "Es público y notorio que, al subastarse los efectos de un industrial quebrado, se sacó a pública subasta y se adjudicó una banda, si se le permitía esta expresión, de niños fabriles, como parte integrante de su propiedad. Hace dos años (en 1813) se planteó ante el King's Bench un caso repugnante de éstos. Se trataba de un cierto número de muchachos que una parroquia de Londres había cedido a un fabricante, el cual, a su vez, los traspasó a otro. Por fin, algunas personas caritativas los encontraron, completamente famélicos (absolute famine). Pero, a conocimiento suyo, como vocal de la Comisión parlamentaria de investigación, había llegado otro caso más repugnante todavía. Hace no muchos años, una parroquia de Londres y un fabricante de Lancashire habían hecho un contrato, en que se estipulaba que el segundo aceptaría, por cada veinte niños sanos, un idiota."
68 En 1790, en las Indias Occidentales inglesas había 10 esclavos por cada hombre libre; en las Indias francesas, 14; en las holandesas, 23. (Henry Brougham, An Inquiry into the Colonial Policy of the European Powers. Edimburgo, 1803, t. II, p. 74.
69 La expresión "labouring poor" aparece en las leyes inglesas desde el mismo instante en que adquiere notoriedad la clase de los obreros asalariados. Los "labouring poor" Se distinguen, de una parte, de los "idle poor", de los mendigos, etc., y, de otra parte, de los obreros que todavía no han sido completamente desplumados, ya que son propietarios de sus instrumentos de producción. De la ley, la expresión de "labouring poor" pasó a la economía política, desde Culpeper, J. Child, etc., hasta A. Smith y Eden. Júzguese, pues, de la bonne foi del "execrable political cantmonger" Edmund Burke, cuando dice que el término de "labouring poor" no es más que "execrable political cant". Este sicofante, que, a sueldo de la oligarquía inglesa, se hizo pasar por romántico frente a la revolución francesa exactamente lo mismo que antes, al estallar los disturbios de Norteamérica, se había hecho pasar por liberal frente a la oligarquía inglesa a sueldo de las colonias norteamericanas, no era más que un vulgar burgués. "Las leyes del comercio son leyes de la naturaleza y, por consiguiente, leyes de Dios." (E. Burke, Thoughts and Details on Scarcity, pp. 31 y 32.) Nada tiene, pues, de extraño que él, fiel a las leyes de Dios y de la naturaleza, se vendiese siempre al mejor postor. En las obras del rev. Tucker –Tucker era cura y tory, pero fuera de esto, una persona decente y un buen economista– encontramos una magnífica caracterización de este Edmundo Burke, durante su época liberal. Dada la infame versatilidad que hoy impera y que profesa el más devoto de los cultos a "las leyes del comercio", no hay más remedio que sacar a la vergüenza pública a todos los Burkes, los cuales sólo se distinguen de sus imitadores por una cosa: el talento.
70 Marie Augier, Du Crédit Public [París, 1842, p. 265].
71 "El capital (dice el Quarterly Reviewer) huye de los tumultos y las riñas y es tímido por naturaleza. Esto es verdad, pero no toda la verdad. El capital tiene horror a la ausencia de ganancia o a la ganancia demasiado pequeña, como la naturaleza tiene horror al vacío. Conforme aumenta la ganancia, el capital se envalentona. Asegúresele un 10 por 100 y acudirá adonde sea; un 20 por 100, y se sentirá ya animado; con un 50 por 100, positivamente temerario; al 100 por 100, es capaz de saltar por encima de todas las leyes humanas; el 300 por 100, y no hay crimen a que no se arriesgue aunque arrostre el patíbulo. Si el tumulto y las riñas suponen ganancia, allí estará el capital encizañándolas. Prueba: el contrabando y la trata de esclavos." (P. J. Dunning, Trade–Unions, etc., p. 36.)
(*) El Capital, tomo I, Karl Marx. CAPITULO XXIV LA LLAMADA ACUMULACION ORIGINARIA
Fuente: http://aristobulo.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2008/10/marx-karl-el-capital-tomo-i1.pdf
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Tendencia histórica de la acumulación capitalista (*)
¿A qué tiende la acumulación originaria del capital, es decir, su génesis histórica? Cuando no se limita a convertir directamente al esclavo y al siervo de la gleba en obrero asalariado, determinando por tanto un simple cambio de forma, la acumulación originaria significa pura y exclusivamente la expropiación del productor directo, o lo que es lo mismo, la destrucción de la propiedad privada basada en el trabajo.
La propiedad privada, por oposición a la propiedad social, colectiva, sólo existe allí donde los instrumentos de trabajo y las condiciones externas de éste pertenecen en propiedad a los particulares. Pero el carácter de la propiedad privada es muy distinto, según que estos particulares sean obreros o personas que no trabajen. Las infinitas modalidades que a primera vista presenta este derecho son todas situaciones intermedias que oscilan entre estos dos extremos.
La propiedad privada del trabajador sobre sus medios de producción es la base de la pequeña industria y ésta una condición necesaria para el desarrollo de la producción social y de la libre individualidad del propio trabajador. Cierto es que este sistema de producción existe también bajo la esclavitud, bajo la servidumbre de la gleba y en otros regímenes de anulación de la personalidad. Pero sólo florece, sólo despliega todas sus energías, sólo conquista su forma clásica adecuada allí donde el trabajador es propietario libre de las condiciones de trabajo manejadas por él mismo: el campesino dueño de la tierra que trabaja, el artesano dueño del instrumento que maneja como un virtuoso.
Este régimen supone la diseminación de la tierra y de los demás medios de producción. Excluye la concentración de éstos, y excluye también la cooperación, la división del trabajo dentro de los mismos procesos de producción, la conquista y regulación social de la naturaleza, el libre desarrollo de las fuerzas sociales productivas. Sólo es compatible con los estrechos límites elementales, primitivos, de la producción y la sociedad. Querer eternizarlo equivaldría, como acertadamente dice Pecqueur, a "decretar la mediocridad general". Al llegar a un cierto grado de progreso, él mismo alumbra los medios materiales para su destrucción. A partir de este momento, en el seno de la sociedad se agitan fuerzas y pasiones que se sienten cohibidas por él. Hácese necesario destruirlo, y es destruido. Su destrucción, la transformación de los medios de producción individuales y desperdigados en medios sociales y concentrados de producción, y, por tanto, de la propiedad raquítica de muchos en propiedad gigantesca de pocos, o lo que es lo mismo, la expropiación que priva a la gran masa del pueblo de la tierra y de los medios de vida e instrumentos de trabajo, esta espantosa y difícil expropiación de la masa del pueblo, forma la prehistoria del capital. Abarca toda una serie de métodos violentos, entre los cuales sólo hemos pasado revista aquí, como métodos de acumulación originaria del capital, a los más importantes y memorables.
La expropiación del productor directo se lleva a cabo con el más despiadado vandalismo y bajo el acicate de las pasiones más infames, más sucias, más mezquinas y más odiosas. La propiedad privada fruto del propio trabajo y basada, por así decirlo, en la compenetración del obrero individual e independiente con sus condiciones de trabajo, es devorada por la propiedad privada capitalista, basada en la explotación de trabajo ajeno, aunque formalmente libre.72
Una vez que este proceso de transformación corroe suficientemente, en profundidad y en extensión, la sociedad antigua; una vez que los trabajadores se convierten en proletarios y sus condiciones de trabajo en capital; una vez que el régimen capitalista de producción se mueve ya por sus propios medios, el rumbo ulterior de la socialización del trabajo y de la transformación de la tierra y demás medios de producción en medios de producción explotados socialmente, es decir, colectivos, y, por tanto, la marcha ulterior de la expropiación de los propietarios privados, cobra una forma nueva. Ahora, ya no se trata de expropiar al trabajador independiente, sino de expropiar al capitalista explotador de numerosos trabajadores.
Esta expropiación la lleva a cabo el juego de las leyes inmanentes de la propia producción capitalista, la centralización de los capitales. Cada capitalista desplaza a otros muchos. Paralelamente con esta centralización del capital o expropiación de muchos capitalistas por unos pocos, se desarrolla en una escala cada vez mayor la forma cooperativa del proceso de trabajo, la aplicación técnica consciente de la ciencia, la explotación sistemática y organizada de la tierra, la transformación de los medios de trabajo en medios de trabajo utilizables sólo colectivamente, la economía de todos los medios de producción al ser empleados como medios de producción de un trabajo combinado, social, la absorción de todos los países por la red del mercado mundial y, como consecuencia de esto, el carácter internacional del régimen capitalista.
Conforme disminuye progresivamente el número de magnates capitalistas que usurpan y monopolizan este proceso de transformación, crece la masa de la miseria, de la opresión, del esclavizamiento, de la degeneración, de la explotación; pero crece también la rebeldía de la clase obrera, cada vez más numerosa y más disciplinada, mas unida y más organizada por el mecanismo del mismo proceso capitalista de producción. El monopolio del capital se convierte en grillete del régimen de producción que ha crecido con él y bajo él. La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que se hacen incompatibles con su envoltura capitalista. Esta salta hecha añicos. Ha sonado la hora final de la propiedad privada capitalista. Los expropiadores son expropiados.
El sistema de apropiación capitalista que brota del régimen capitalista de producción, y por tanto la propiedad privada capitalista, es la primera negación de la propiedad privada individual, basada en el propio trabajo. Pero la producción capitalista engendra, con la fuerza inexorable de un proceso natural, su primera negación. Es la negación de la negación. Esta no restaura la propiedad privada ya destruida, sino una propiedad individual que recoge los progresos de la era capitalista: una propiedad individual basada en la cooperación y en la posesión colectiva de la tierra y de los medios de producción producidos por el propio trabajo.
La transformación de la propiedad privada dispersa y basada en el trabajo personal del individuo en propiedad privada capitalista fue, naturalmente, un proceso muchísimo más lento, más duro y más difícil, que será la transformación de la propiedad capitalista, que en realidad descansa ya sobre métodos sociales de producción, en propiedad social. Allí, se trataba de la expropiación de la masa del pueblo por unos cuantos usurpadores; aquí, de la expropiación de unos cuantos usurpadores por la masa del pueblo.73
72 "Nos hallamos en una situación totalmente nueva en la sociedad... Aspiramos a separar toda clase de propiedad de toda clase de trabajo." (Sismondi, "ouveaux Principes de l'Economie Politique, t. II, p. 434.)
73 "Los progresos de la industria, cuyo agente ciego y pasivo es la burguesía, hacen que el aislamiento de los obreros por la concurrencia sustituya en unión revolucionaria por la asociación. Por eso, conforme avanza la gran industria, la burguesía siente vacilar bajo sus pies el terreno sobre el que produce y se apropia lo producido. La burguesía produce, ante todo, a sus propios enterradores. Su ruina y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables"... De todas, las clases que hoy se enfrentan con la burguesía, no hay más clase verdaderamente revolucionaria que una: el proletariado. Las demás clases agonizan y perecen con la gran industria, el proletariado es el producto más genuino de ésta. Las clases medias, el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el campesino: todos luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como clases medias...; son reaccionarias, pues se empeñan en volver atrás la rueda de la historia." (Carlos Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista, Londres, l848, pp. 9 y 11.)
(*) El Capital, tomo I, Karl Marx. CAPITULO XXIV LA LLAMADA ACUMULACION ORIGINARIA
Fuente: http://aristobulo.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2008/10/marx-karl-el-capital-tomo-i1.pdf
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JULIO
* 6 julio, Día del Maestro
* 11 julio, Día Mundial de la Población
* viernes 27 de julio de 2018, feriado público
* 28 y 29, Fiestas Patrias, feriados
AGOSTO
* 9 agosto, Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
* 12 agosto, Día Internacional de la Juventud
* 19 de agosto (1989-2018) vigésimo noveno (29) aniversario RAE Perú
* 22 agosto, Día Mundial del Folklore
* 27 de agosto (2011-2018) Séptimo Aniversario del Mercado Saludable de La Molina
* jueves 30, Día de Santa Rosa de Lima. Feriado
* viernes 31 de agosto de 2018, feriado público
SETIEMBRE
* 1 setiembre, Día del Árbol
* 3 setiembre, primer aniversario del BioMercado de San Miguel
* Primer viernes de setiembre, Día de los ajíes peruanos
* 12 setiembre, cuarto aniversario de la Red FyME (Red de Ferias y Mercados Ecológicos)
* 16 setiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono
* 21 setiembre, Día Internacional de la Paz.
* 23 setiembre, Día de la Juventud y la Primavera.
OCTUBRE
* lunes 8, Combate de Angamos, feriado
* 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural
* 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación
* 19 octubre, (2007-2018) Décimo primer aniversario de la Plataforma PERÚ PAíS LIBRE DE TRANSGÉNICOS
* 29 octubre, (2004-2018) décimo cuarto aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético
NOVIEMBRE
* jueves 1, Día de Todos los Santos, feriado
* viernes 2 de noviembre de 2018, feriado público
* 7 noviembre, (2002-2018) décimo sexto aniversario del Comité de Consumidores Ecológicos
* 10 noviembre, Día del Libro
* 15 de noviembre, (2015 – 2018) Tercer Aniversario del Mercado Saludable de La Molina Dominical
* 17 noviembre, (1998–2018) Aniversario 20 del Grupo EcoLógica Perú
* 20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño
* 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer
* 29 noviembre, (1978-2018) el Centro IDEAS celebra su 40 aniversario
DICIEMBRE
* 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA
* 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos.
* 3 diciembre, Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica.
* Viernes 8, Día de la Inmaculada Concepción, feriado
* 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos
* sábado 8, (1999-2017) Décimo noveno Aniversario de la BioFeria de Miraflores.
* 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano
* martes 25 diciembre, Navidad, feriado
* martes 1 de enero 2019, feriado
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COMPARTIENDO # 21 - 2018
¡ Por una vida sana y feliz, libre de transgénicos cancerígenos !
Domingo 1 de julio de 2018
Editor: Fernando Alvarado de la Fuente
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