Marketing e Negocios

La problemática del café y que anda mal

He seguido la caída con preocupación la caída de la rentabilidad del café en el Perú. Al mismo tiempo he puesto mi opinión sobre soluciones racionales a disposición de los interesados cuando se me invitó a la Conferencia sobre Café que se dio en el Centro Empresarial de Miraflores hace dos años y en conversaciones personales con líderes de la Junta Nacional del Café y de la Cámara Peruana del Café y de importantes productores nacionales. He insistido en el tema en estas páginas y en multitud de presentaciones en grupos de interés como Colegios de Ingenieros nacional y regionales, Colegio de Biólogos, Universidades y otras instituciones promotoras de debates sobre el tema de la agricultura sostenible, los cultivos orgánicos, los tradicionales y los transgénicos y su rentabilidad diferenciada.

En resumen mi opinión es la siguiente.

La persistencia del manejo del café orgánico promovida entre los pequeños agricultores pobres como medio para incrementar sus ingresos los ha sumergido en un sistema ineficaz que conduce inexorablemente a bajos rendimientos mediante la presentación de espejismos de mayores ingresos, pero que en la realidad los ha dejado acumulando deudas que hoy no pueden pagar y de las que son tan responsables quienes los indujeron a mantener esos sistemas. Cultivos de café nutricionalmente pobres por falta de fertilización se han visto expuestos más fácilmente a la roya, algo que muchos no quieren admitir. Estos cultivos han sido focos desde donde se ha propagado la roya a cultivos más sanos. Los fertilizantes y pesticidas modernos de última generación son negados por la agricultura orgánica por productos de menor eficiencia y de difícil y peligros manejo. Pongo esto en debate y acepto puntos de vista contrarios.

Según ADEX un 33% de las exportaciones de café del Perú eran de café orgánico que se vende al exterior a mejor precio. Efectivamente, yo he visto en supermercados como Whole Foods en Estados Unidos que se vende a 3 veces o más que el precio equivalente tostado y embolsado en el Perú. La bonificación del agricultor vendedor de café orgánico según muchos informes que he recibido oscila solo alrededor del 7% sobre el precio del mercado y con agricultores de San Martín, de quienes he obtenido información, es menor aun o inexistente.

Mientras que el rendimiento promedio nacional de café orgánico según ADEX era de 10.8 qq/ha, es decir 490 kilos/ha, algo menor que los 650 kilos/ha admitidos en la reciente carta remitida al Ministerio de Agricultura, señalando que los precios recibidos y los bajos rendimientos que obtienen les resultan en perdida por el cultivo "sostenible" que utilizan. El eufemismo "sostenible" es el que, con cierto temor, utilizan los cafetaleros afectados para no ofender las sensibilidades o los sentimientos de culpa que pudieran tener quienes desde posiciones en gremios, cooperativas, ONGS, medios de opinión, comerciantes y el Ministerio de Agricultura y el Banco Agrario, que, sin usar el sentido común lanzaron mediante el apoyo al cultivo del café orgánico, a miles de agricultores a una aventura cuya desenlace era previsible.

Si los agricultores, que ahora piden créditos para usar fertilizantes y agroquímicos protectores de malezas, enfermedades y plagas, los hubieran empleado con eficiencia, no tendrían los ridículos rendimientos de café por hectárea que les causan perdidas a pesar de las bonificaciones recibidas.

Un campo de café convencional bien cultivado no debe rendir menos de 50 qq/ha y hay cafetales que en el Perú llegan a 80 qq/ha, y en la zona cafetera de Colombia, llegan a 100 qq/ha, pero requieren de cuidados tales que con las técnicas primitivas que se usan en el Perú en el cultivo del café – agronómicamente hablando y que se siguen promoviendo contra toda lógica económica pare el agricultor (aunque no para casi todos los miembros de la cadena de promoción, certificación y comercialización) - no se aplican. Si se aplicaran se podría llegar a quintuplicar los rendimientos de café que en ese caso serían de café convencional y que se podría vender a los precios de mercado indicados de 6.00 a 6.50 soles/kilo incrementando las inversiones por ha hasta llegar, por decir, hasta el monto de 10,000 soles por ha, lo que a este nivel les permitiría alcanzar  una rentabilidad del 100% sobre la inversión, aumentando esta con la eficiencia y eficacia de la inversión. Esto significaría trasladar el cultivo del café de su impulso como orgánico a cultivo convencional pero con una certificación por calidad y origen.

Pero esta situación de explotación de la ventaja de calidad por motivo de tipo de café de altura, que recién se está tomando en cuenta en años recientes para facilitar la venta de café peruano por calidad de taza y por su aroma, compitiendo con el café de altura de Colombia y los centroamericanos para usarlo en blends con cafés de menor calidad como los de Brasil, Vietnam y africanos, en poco tiempo se perderá. Efectivamente los programas de mejoramiento genético que involucran la transferencia de transgenes de resistencia a la sequía, a las enfermedades,  plagas  y malezas y a la obtención de mejor calidad de taza e intensificación de los aromas, que no se pueden lograr o con demasiado esfuerzo y largo tiempo y quizás nunca, por la vía del mejoramiento tradicional, harán que los nuevos cafés GM de volúmenes de venta masiva como los brasileños se venderán al precio más bajo y desplazarán del mercado a los cafés especiales que por su mayor pecio y mayor costo de producción – como el peruano – podrían ser desplazados del mercado. En previsión a esta situación y para competir con los cafés brasileños de mayor rentabilidad y alta calidad que se avecinan, incrementando aún más su rendimiento y calidad por la vía del mejoramiento con transgénicos, CENICAFE de la Asociación de Cafeteros de Colombia y los cafeteros de Costa Rica estaban muy activos en desarrollar sus propios programas de mejoramiento de café transgénico en competencia con los de EMBRAPA y los cafetaleros de Brasil. Nestlé tiene también patentes de cafés transgénicos de mejora calidad de taza y aroma.

Ya informé de esta situación hace dos años en la Conferencia Cafetalera en Lima mediante una ponencia que se me solicitó presentar. Espero que algo positivo haya salido de ella y no haya caído en saco roto.

Alexander Grobman Tversqui

Consultor

Profesor Emérito, Universidad Nacional Agraria La Molina

Alexander. grobman@gmail.com