Marketing e Negocios

La ira de los pesticidas

Héctor Velásquez A.

Asesor Técnico de la Red de Acción en Agricultura Alternativa (RAAA)

Luis Gomero Osorio, desde hace más de 15 años cultiva productos orgánicos en su finca "HECOSAN", probablemente tenga muchos años más como filósofo de la agricultura ecológica, desde que era estudiante en la Universidad Nacional Agraria La Molina y un destacado alumno del Dr. Zapater . Aunque su vivencia campesina, su crianza, en su pueblito natal de Coris, habrá sido determinante para abrazar la agroecología.

Resulta interesante como Luis, ha logrado involucrar a sus estudiantes universitarios y agricultores de muchos lugares del país que visitan HECOSAN, en el diagnóstico sobre el uso de plaguicidas en el Valle de Chillón. Así los estudiantes y agricultores pueden comprobar con asombro, el uso indiscriminado de venenos, las grandes dificultades que tienen los productores para proteger su salud y finalmente verificar "in situ" el destino final de los envases de plaguicidas. En el valle de Chillón como en otros valles del Perú, la normatividad relacionada a la gestión de plaguicidas, no existe, no solamente la que le corresponde al agricultor sino también a las empresas que venden estos productos.

Sin embargo, está especificado en el Reglamento para reforzar las acciones post registro de plaguicidas de uso agrícola (art. 19), la responsabilidad de las empresas de agroquímicos el recojo de estos envases, habrá que empezar preguntándose a quién le corresponde hacer cumplir esta norma, además de la autoridad competente claro está.

Por eso que en este valle Luis hace incidencia ante los gobiernos locales para que se involucren en este proceso, facilitando la capacitación de los productores, desarrollando iniciativas que le permitan al agricultor emplear otras alternativas menos peligrosas para su salud y el ambiente.

Luis Gomero, ha sido conminado por una empresa de agroquímicos a que se retracte, amenazado para que cese en las denuncias que hace, que consisten en poner en evidencia el estado de contaminación que generan los envases de plaguicidas y la falta de responsabilidad (¿acaso ética?) de estas empresas frente a este problema. Los envases de plaguicidas, tirados en el campo son una fuente de contaminación para su sistema de producción.

Como era de esperarse, muchas personas le han manifestado su solidaridad, para muchos, Luis es considerado una "reliquia" de la agroecología en el Perú, su contribución a la agricultura alternativa es su vida misma. Así que estoy seguro que en lugar de callarse, Luis continuará con sus acciones,  una vez más ha logrado contagiar con su espíritu estas ganas de cambiar el mundo. Frente a la ira de los plaguicidas, algo más de 52,000 personas le han manifestado su solidaridad, gracias Luis, gracias maestro.