Una homologación de registros que alborotó el sector agrario.
El ministro de Agricultura, Milton Von Hessse reconoce que “hubieron falencias administrativas” al otorgar el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) el beneficio obtenido por la empresa Capeagro SAC para comercializar 16 nuevos registros de plaguicidas bajo la homologación de sus permisos vigentes. El bolondrón comienza el 21 de enero de 2012, cuando el entonces ministro de Agricultura, Luis Ginocchio, firmó el DS 001-2012 que promovía la asociatividad agraria.
Pero, bajo el guante y vía su quinta disposición transitoria, la norma abrió la puerta para que las compañías de plaguicidas puedan equiparar sus permisos con otros teniendo como única condición que se traten del mismo principio activo y los exoneró de las pruebas de eficacia. Capeagro y Silvestre Perú SAC fueron las únicas empresas que presentaron solicitudes, pero el Senasa las rechazó de plano. Capeagro apeló y el Senasa no respondió la recusación. Sin embargo, amparada en la Ley de Silencio Administrativo obtuvo la licencia.
Héctor Bellido Sánchez, dueño de la compañía Tecnología Química y Comercio SA y presidente del Comité de Protección de Cultivos de la Cámara de Comercio de Lima, junto a otras seis empresas de plaguicidas, llevaron su queja al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (TJCA). El 16 de julio del año pasado, el TJCA concluyó que la resolución viola la Decisión 436 de la Comunidad Andina y ordenó su derogación.
Von Hesse admite que la licencia obtenida por Capeagro vía silencio administrativo “no fue el procedimiento más recomendable”. Este error motivó que tan pronto como asumiera el despacho de Agricultura despidiera a la plana mayor del Senasa, sostiene. El titular de Agricultura afirma que la sentencia del TJCA no se aplica aún debido a que recién llegó a Senasa en enero último y actualmente se encuentra en pleno estudio. Por su parte, a la oficina de asesoría jurídica del Senasa le tomará dos meses revisar si Capeagro cumplió con el beneficio de silencio administrativo o no.
Bellido denuncia que Von Hesse estaría dilatando los tiempos porque el gerente general de Capeagro, Carlos Lozada Zingori, fue compañero del ministro en la Universidad del Pacífico. El ministro no niega su amistad con Lozada, pero rechaza cualquier favoritismo. “Se ha vuelto un tema personal”, señala Von Hesse de la actitud de Bellido, lamentando un exabrupto del empresario en un conocido restaurante.
Von Hesse está en desacuerdo con la Decisión 436, pues dice que “restringe la competitividad”. “Es una barrera a la comercialización de productos genéricos, tal como ocurre en la industria farmacéutica”, asegura. Von Hesse apunta que luchará para lograr la derogación de la Decisión 436, corriente que data de gestiones previas en Agricultura. Y dice contar ya con el apoyo de sus pares de Colombia, Ecuador y Bolivia. Mientras tanto, los productos de Capeagro se siguen comercializando.
Fuente: Revista Caretas (jueves, 6 de febrero de 2014).
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